MÉXICO.-Un tornado azotó la mañana del lunes una población mexicana fronteriza con Estados Unidos, donde mató al menos a 13 personas, destruyó casas y volcó automóviles y otros vehículos.
El meteoro tocó tierra en Ciudad Acuña, alrededor de las 6:40 a.m. hora del centro. La ciudad, del estado de Coahuila, tiene unos 125.000 residentes y hace frontera con Del Rio, Texas.
Víctor Zamora, secretario de gobierno del estado de Coahuila, informó que un bebé se hallaba desaparecido y que rescatistas siguen removiendo escombros de las casas dañadas en busca de más víctimas.
“Golpeó un área de cerca de siete manzanas”, dijo Zamora, quien agregó que la zona “está devastada”. Zamora afirmó que el pequeño desaparecido iba en un portabebés con su madre, cuando los fuertes vientos literalmente lo arrancaron de sus manos y salió volando.
La vocera estatal, Rosario Cano señaló que la cifra de muertos ascendió a 13 personas luego de que se descubrieran más cuerpos durante las operaciones de búsqueda y rescate.
Fotos desde el lugar mostraron automóviles con sus capós arrancados, volcados o inclinados sobre las fachadas de casas de un solo piso. Un automóvil estaba literalmente doblado alrededor de la puerta de una casa.
Se observó también un autobús volcado en una carretera. Zamora agregó que el meteoro impactó cerca de la hora en que los autobuses se preparan para llevar a los niños a la escuela.
El funcionario dijo que él y otros miembros del gobierno se encontraban en Acuña para evaluar los daños y coordinar la respuesta al desastre. “Continúa la búsqueda”, subrayó.
Además, el jefe de la agencia de Protección Civil, Luis Felipe Puente, señaló a la prensa local que 230 personas han resultado heridas y que ya se trabaja para establecer refugios para los damnificados.
En tanto, en la vecina Texas, 12 personas fueron reportadas como desaparecidas a causa de las inundaciones provocadas por una serie de tormentas que cubrían una zona que va del Golfo de México a los Grandes Lagos, así como tres muertos durante el sábado y domingo, dos de ellos en Oklahoma y uno más en Texas.
Las comunidades más afectadas en Texas fueron Wimberley y San Marcos, en el centro del estado y a las orillas del Río Blanco, que durante el fin de semana aumentó su nivel en casi 12 metros (40 pies).
“La situación se ve muy mal” en Wimberley, dijo la coordinadora de manejo de emergencias del condado de Hays, Kharley Smith. Entre 350 y 400 casas fueron destruidas en Wimberley y tres personas permanecían desaparecidas la noche del domingo. “Hay calles completas en las que quedan solo una o dos casas y el resto son escombros”.
Kristi Wyatt, portavoz de San Marcos, dijo que unas 1.000 casas sufrieron daños a lo largo del condado de Hays, incluso Wimberley, y que el gobernador Greg Abbott recorrerá el lunes más tarde la zona. Cinco patrullas de la policía de San Marcos fueron arrastradas por la corriente y la estación de bomberos se incendió.
Unas 1.000 personas fueron evacuadas de cerca de 400 viviendas cerca de la presa de Lake Lewis, unos 80 kilómetros (50 millas) al norte de Houston. Funcionarios de manejo de emergencias del condado de Montgomery temen que la presa pueda desbordarse. La portavoz de la agencia, Miranda Hahs dijo que no estaba claro cuándo se le permitirá a los pobladores volver a sus casas.