CIUDAD DE MÉXICO.- Los mexicanos irán a las urnas este domingo en una elección que podría poner al gobierno en manos de un líder que prometió darle un giro de corte social a su administración, en un país que se vio sacudido en los últimos años por escándalos de corrupción.
«Estamos a punto de llevar a cabo una transformación pero sin derramamiento de sangre, de manera pacífica», dijo durante el cierre de su campaña esta semana, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO y el candidato presidencial puntero —con más de 20 puntos de ventaja según sondeos— en estos comicios.
«Va a ser igual de profunda como la independencia… y diría radical y que nadie se asuste». Los rivales del izquierdista AMLO lo acusan de ser un populista y pretender regresar políticas proteccionistas.
El segundo lugar en las encuestas es el conservador Ricardo Anaya, quien encabeza «Por México al Frente», una singular coalición del Partido Acción Nacional (PAN) y su otrora rival, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que a lo largo de estos meses de campaña buscó atraer principalmente a los jóvenes.
El tercer candidato es José Antonio Meade, quien representa al oficialismo liderado por el Partido de la Revolución Institucional (PRI), actualmente en el gobierno.
Las del este domingo son las elecciones más grandes en la historia de México y se convirtieron en una suerte de referéndum popular sobre la violencia y la corrupción de funcionarios que han desviado recursos del Estado, dos temas que sacuden a la sociedad mexicana actual.
Esta es la tercera vez que AMLO se presenta como candidato a la presidencia, en esta ocasión con su partido Morena (Movimiento Regeneración Nacional) y varios otros partidos más pequeños.
«En poco tiempo hemos contribuido en forma decisiva a cambiar la mentalidad de amplios sectores de México… y hemos dejado en claro que el PRI y el PAN representan lo mismo», dijo López Obrador en su cierre de campaña que el miércoles llenó el principal estadio de la Ciudad de México con capacidad para 87.000 personas.
En las otras dos ocasiones —2006 y 2012— López Obrador, de 64 años de edad, denunció fraude electoral por parte de las «mafias del poder» del PRI y el PAN.
Las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) insistieron a lo largo de toda la campaña que no habrá fraude y que la probabilidad de un ataque a sus páginas de internet o problemas informáticos no desacreditarán la elección, pues la misma se basa en el conteo de los votos en papel.
Pero al mismo tiempo, las autoridades electorales reconocieron algunos delitos e irregularidades previas como el robo y quema de boletas en provincias y la compra de votos.
Consultoras estiman que unos 130 políticos de todos los partidos del espectro político —decenas de ellos eran candidatos— fueron asesinados en estos meses por bandas criminales, que a lo largo de una década incrementaron su accionar dejando atrás de sí miles de muertos y desaparecidos.
Esta será la primera vez que aparece en las boletas un candidato independiente. Jaime Rodríguez, alias «El Bronco», pero su estilo caudillista de hombre montado a caballo no logró captar la atención de los votantes y las encuestas lo situaban con un dígito de porcentaje en las preferencias.