CIUDAD DE MÉXICO. – Enojados y frustrados por la corrupción y la violencia, los mexicanos entregaron un voto de confianza al izquierdista Andrés Manuel López Obrador, dándole un amplio mandato para hacer caer al establishment político y gobernar para los pobres.
Un conteo rápido oficial de las autoridades electorales pronosticó el domingo por la noche que López Obrador ganaría con entre 53% y 53,8% de los votos, un margen notable que no se ha visto en el país por más de tres décadas.
El lunes temprano, con aproximadamente el 40% de los votos contados, la ventaja del político conocido como AMLO estaba cerca de la muestra estadística del recuento rápido.
López Obrador, quien hizo campaña prometiendo transformar a México y derrocar a la «mafia del poder», capitalizó el enojo de los electores y el disgusto con el gobernante Partido Revolución Institucional (PRI) del presidente Enrique Peña Nieto y encabezó las encuestas de opinión desde el comienzo de la campaña.
El PRI, que dominó la política mexicana durante casi todo el siglo XX y recuperó la presidencia en 2012, sufrió grandes pérdidas no solo por la presidencia, sino también en otras contiendas.
En breves declaraciones en un hotel en el centro de la Ciudad de México, López Obrador llamó a la reconciliación después de una campaña polarizadora y prometió cambios profundos, pero respetando la ley y el orden constitucional.
«No les fallaré, no voy a decepcionarles, no voy a traicionar al pueblo», dijo López Obrador en su discurso de victoria. «Mantengo mis ideales y principios, que son el destino más importante en mi vida, pero también confieso que tengo una ambición legitima: quiero pasar a la historia como un buen presidente de México», agregó.
El centro histórico del país hervía en aplausos y gritos de júbilo cuando López Obrador inició su discurso de victoria primero en un hotel y luego se dirigió al Zócalo, un lugar de fuerte simbolismo político. Con la voz pausada que lo caracteriza, AMLO reafirmó las ideas que mantuvo a lo largo de su campaña.
«Llamo a todos los mexicanos a la reconciliación, a poner por encima de los intereses personales el interés general… la patria es primero», dijo ante miles de sus simpatizantes.
Banderas, cánticos y gente bailando daban color a la noche mientras AMLO agradecía a sus rivales en la contienda, al mandatario Peña Nieto —quien reconoció su triunfo— y a los medios de comunicación que «no fueron como en otras ocasiones, correa de transmisión de la guerra sucia».
Luego dijo que buscaría establecer una auténtica democracia y que aunque habría cambios profundos, todo se daría con apego al orden legal establecido.
Encuestas de salida de la consultora Mitofsky para la cadena de medios Televisa pronosticaban triunfos para los aliados del partido Morena de AMLO en al menos cuatro de las ocho elecciones estatales, además de la capital del país.
Mitofsky prevé que los aliados de Morena tomarían entre 56 y 70 escaños en el Senado de 128 miembros y entre 256 y 291 puestos en la Cámara de Diputados de 500 escaños.