Derek Jeter, quien fue uno de los jugadores más carismáticos en los Yanquis y todo el béisbol, cuando decidió a tomar las riendas de los Marlins, en cuanto a la reestructuración del equipo, se metió en el más grande “berenjenal” que jamás se imaginó.
Con un bajo presupuesto con relación a los demás equipos de su división y quizá el más bajo de casi todas las Grandes Ligas, no ha podido dar “pie con bola”, por lo menos por el momento, y dudo que a la larga pueda salir airoso.
Si bien los altos presupuestos, especialmente en béisbol, no siempre son determinantes para salir por la “puerta ancha”, no es menos cierto que con baja inversión no se puede esperar que ocurra un milagro.
Hasta el choque del miércoles, solo un bateador tenía promedio sobre los .280, el resto está arrastrando el bate, incluyendo al dominicano Starlin Castro, uno de sus estelares, quien apenas batea .226.
Otro dominicano, el lanzador José Ureña, a pesar de que ha tenido algunas buenas actuaciones, apenas ha ganado uno y ha perdido seis.
Hasta la fecha el récord del equipo es de 10 victorias y 31 derrotas, siendo Caleb Smith el único que tiene tiene más ganados que perdidos, pero apenas con 3-1.
Por toda esta campaña no se prevé que pueda cambiar la situación, se le puede aplicar el refrán: “así no hay toro que llegue a buey”.
Mientras tanto, el público, con toda la razón del mundo, sigue cada día en descenso, porque no se le puede pedir que vaya a un estadio donde ganar es un verdadero “chepazo”.