Los inversores están volviendo a considerar los metales que habían dejado de lado hace tan solo un mes.
Una desaceleración global ha aumentado la especulación de que el crecimiento de Estados Unidos se enfriará lo suficiente como para obligar a los responsables de las políticas de la Reserva Federal a esperar un poco más antes de volver a subir las tasas de interés.
La perspectiva de retrasos hizo bajar al dólar y dio un impulso a los metales como inversiones alternativas. Los especuladores aumentaron sus apuestas al avance de los precios del oro y la plata y se volvieron menos pesimistas respecto al cobre.
Los precios del cobre y el oro han subido por tres semanas consecutivas, registrando el mayor repunte desde al menos mediados de abril pasado.
El índice Bloomberg de la minería mundial, que consta de 80 miembros, registró un aumento de un 8,2 por ciento la semana pasada, añadiendo más de US$38,000 millones al valor combinado de la compañías.
Los metales se están recuperando del desplome que enfrentaron en 2015, cuando la sobreoferta y el bajo interés de los inversores provocaron disminuciones anuales.