Barcelona.- El cinco veces ‘Balón de Oro’, Lionel Messi, cierra una nueva Liga con otro título en su haber, el octavo, al que podría sumarse el de la Copa del Rey, si los azulgranas ganan en la final al Sevilla, en una temporada difícil para el argentino, que estuvo fuera de combate durante dos meses por lesión.
La presencia de Leo Messi en el once azulgrana es garantía siempre de equilibrio en el Barcelona, y este año no ha sido menos, pero en el club barcelonés saltaron las alarmas justo cuando, a finales de septiembre, una rotura del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda le dejó en el dique seco.
Dada la dimensión del jugador y el poder que ejerce en el fútbol azulgrana, su participación ni se discute, por lo que una ausencia de Messi siempre genera muchas dudas acerca de cómo lo encajará su equipo.
Esta temporada, igual que en otras lesiones del argentino, el Barcelona ha sabido responder con eficacia la ausencia de su estrella. Lionel Messi cayó lesionado en 25 de septiembre pasado en el Camp Nou, cuando en un intento de disparo a puerta contra Las Palmas chocó contra la rodilla de Pedro Bigas.
Era el minuto 4 de partido y, tras intentar seguir en el choque, el argentino finalmente pidió el cambio. El Barça acabó ganando 2-1 y se situó segundo, después de que la derrota de la semana anterior contra el Celta le sacase del liderato.
A partir de entonces, el Barcelona inició un nuevo camino sin su estrella, a la que se le estableció un periodo de recuperación de unos dos meses, dando el partido del clásico contra el Real Madrid como la fecha de su regreso, como así sucedió.
El primer encuentro del Barcelona sin Messi fue en el Sánchez Pizjuán, donde el equipo catalán sufrió una nueva derrota (2-1).
No obstante, éste fue el único tropiezo del Barça sin Messi, ya que los azulgranas salieron a flote, especialmente gracias a la aportación goleadora de sus dos socios en ataque, el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar da Silva.
De hecho, de los 23 goles que marcó el Barça sin Messi, antes del partido contra el Madrid -en el que el argentino regresó, al ingresar en el campo en el minuto 56-, 20 los hicieron entre Neymar y Luis Suárez.
Así, mientras el miedo volvió a apoderarse del barcelonismo por la ausencia de su estrella, primero Suárez con sus goles y después Neymar, también con su poder anotador, pero sobre todo por el paso al frente que dio para echarse al equipo a la espalda, mantuvieron el nivel competitivo del Barça.
Hasta el punto de que, tras el 3-0 en el Camp Nou contra el Villarreal, el equipo catalán se volvió a enganchar al liderato, que ya no ha abandonado.
Fue en la visita al Barnebéu, sin Messi, cuando el Barça firmó uno de los grandes partidos de la temporada, con goleada incluida (0-4).
El argentino estuvo en el banquillo hasta el minuto 56, y salió cuando su equipo ya llevaba un 0-3 de ventaja, gracias a los goles de Suárez, Neymar e Iniesta, a los que se añadió un segundo del uruguayo.
El Barça estuvo sin Messi nueve partidos (seis de Liga y tres de ‘Champions’) y dada la superación del equipo azulgrana, no se notó en nada la ausencia del argentino.
Algo parecido pasó en la temporada 2013-14, cuando el Barça jugó sin él nueve partidos (se lesionó contra el Betis; una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda), en los que cayó contra el Ajax y en San Mamés contra el Athletic, resultados que no privaron al Barça de avanzar en Europa y mantenerse líder en la Liga, aunque al final de la temporada la perdió.
Esos 56 días de baja con el Barça en el primer periodo de la temporada han hecho que sus números ante la meta rival sean menores que el año pasado, pero aún así de mucha calidad, ya que ha firmado este año 40 goles, diecinueve menos que su compañero Suárez (59) y once más que Neymar (29).
A pesar de este descenso de tantos del argentino, la producción goleadora del tridente ha sido un año más excelsa, pues a falta de disputar la final de Copa del Rey, suman 129 tantos, cinco más que la temporada anterior.
Además, el gol de Messi en el 6-0 al Sporting supuso para el argentino marcarle un tanto a uno de los equipos que se le habían resistido en el Camp Nou, listado del que sólo se han escapado Las Palmas y Hércules.