Menores víctimas de agresión y de abusos tienen el más alto perfil en centros de entrevistas

Menores víctimas de agresión y de abusos tienen el más alto perfil en centros de entrevistas

Menores víctimas de agresión y de abusos tienen el más alto perfil en centros de entrevistas

Los menores de edad con el mayor porcentaje de personas vulnerables en entrevistas en los centros. Arleni Castillo

Santo Domingo.-Un total de mil cincuenta menores figuran entre las 2,602 personas vulnerables que testificaron en los Centros de Entrevistas del Poder Judicial, como víctimas o testigos de los delitos de violencia, agresión, abuso y de acoso, en el 2023, según datos estadísticos de ese organismo.

El centro de La Vega es el que tiene el mayor porcentaje de menores entrevistados por esos delitos, seguido por los centros de la provincia Santo Domingo, con 145 casos, y el de Higüey,  con 109.

Luego de los delitos de agresión, abuso y acoso a menores, sigue la violencia intrafamiliar, con 559 de personas vulnerables que se les tomaron declaraciones por ese delito.

De estos, el más alto porcentaje es del centro del Distrito Nacional, con 105, mientras que en Santiago y en San Pedro, hay 101 casos.

Elizabeth Rodríguez, jueza del Primer Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo, dijo que los centros de entrevistas a personas vulnerables efectúan los interrogatorios para evitar revictimizar en los casos de menores de edad de los adultos en condición especial y no crearles laceraciones mentales.

Las entrevistas están controladas por un juez o jueza del tribunal apoderado del caso, que transmite la pregunta a la psicóloga, quien adecúa si las víctimas o testigos de un delito es una persona menor y en condición vulnerable, teniendo en cuenta a los demás actores del proceso, específicamente, al imputado, que se le debe garantizar el debido proceso que establece la ley.

Esto para que pueda ejercer de manera efectiva su derecho de defensa, y su abogado puede participar en el interrogatorio que se realiza a la víctima o testigo de un crimen o delito.

Ante los “espejuelos” del juez, el imputado es inocente y las pruebas son las que al final destruyen o no la presunción de inocencia de esa persona, aseguró la magistrada.

“En el rol de juez, nosotros estamos llamados a tutelar derechos, eso no lo podemos perder de vista nunca”, manifestó, tras puntualizar que implica que todas las personas, al momento de entrar al salón de audiencias, lo hacen revestidas por la presunción de inocencia.

La magistrada dijo que a raíz de la pandemia del Covid-19 han aumentado los casos que involucran como víctimas a menores de edad. De los casos que, como juez, ha llevado, los de menor edad han sido de cuatro años, mientras que los de mayor, de 60 años, con limitaciones motoras.

Refirió dos experiencias que la han marcado: fue un caso de una niña de 4 años, con una extraordinaria fluidez al hablar, capacidad de entendimiento y dar ideas. La menor, entrevistada por ser víctima de incesto, manifestó a la psicóloga «que fue su mami quien le había pedido que dijera esa cosa, y explicó cuántas veces hablaron con ella para que dijera eso».

Mientras que otro ha sido imposible realizar la entrevista porque el menor carece de la fluidez para expresarse.
En los centros de entrevistas la psicóloga y el personal tienen que verificar que la persona que está siendo entrevistada debe ser la víctima que se ha indicado en el juicio.

Deben garantizar la serenidad de quien está siendo interrogado, y se inicia el rapport, con preguntas a la víctima o testigo para que se sienta en confianza como, ¿cuál es su nombre? ¿Qué edad tiene? Si estudia, ¿dónde estudia? ¿En qué curso está? ¿Cuál es su pasatiempo? ¿Qué le gusta?, entre otras preguntas, para luego entrar a las del hecho, que es parte del protocolo.

Centro en Santiago
La coordinadora del Centro de Entrevista de Santiago, Martha Omaro, dijo que entre las víctimas o testigos de un hecho delictivo de menor edad que ha sido interrogado, fue un niño de dos años agredido por su padre.

El niño, con sus pocas palabras, tomó el muñeco de trapo y lo lanzo al suelo diciendo al mismo tiempo: “Papá, lo atalló así”. Luego, al infante se le preguntó otra vez: ¿Cómo fue que te estrelló? “Me atalló así”, dijo, lanzando al suelo el muñeco de trapo. Omaro manifestó que esa frase fue suficiente para el proceso seguido al imputado y padre del niño.

En tanto, Deisi Córdoba, asistente y entrevistadora forense del centro, explicó que en las entrevistas hay dos muñecos de trapo (una hembra y un varón) utilizados en las entrevistas.

Esto es para que las víctimas menores de edad indiquen dónde el agresor tocó su cuerpo y señala la parte en el muñeco para evitar que se toquen.

Deisi Córdoba, asistente y entrevistadora forense.

La especialista dijo que, entre casos manejados, recuerda dos: uno de una niña de cuatro años y medio en tiempo de Navidad antes de la pandemia, la cual se encontraba en una actividad religiosa junto a su madre, pero ella se descuidó y la menor fue violada.

Durante la entrevista, la menor explicó lo sucedido, y al final manifestó que mordió en la nariz a su agresor. Entonces, se envió a un especialista de odontología para la realización de un estudio dental, donde se tomó una muestra de la mordedura de sus dientes.

Y a través de ese estudio se identificó y apresaron a su agresor, que luego fue sometido.

El otro es de una joven sordomuda, víctima de un asalto, y que por su condición fue entrevistada mediante un traductor judicial de lengua de señas, mediante el cual se obtuvo su declaración.

En ese momento, se verificó que la persona que estaba privada de libertad no fue quien cometió el hecho.

Conani

— Asistidos
El Consejo Nacional de la Niñez (Conani) atendió a 1,062 niños, niñas y adolescentes por caso de violencia (psicológica, verbal física y sexual), durante el primer semestre de este año, que equivale al 26 % de los casos asistidos.

Cifras

1,832 Niñas.
Es la cantidad de menores y adolescentes víctimas de violencias y testigos de un delito.

600 Niños.
Esa es la suma de los menores de sexo masculinos en entrevistas por ser parte de un proceso y testigos de un hecho delictivo.