En la vida existen múltiples antes y después que nos marcan. Uno de los más significativos es la menopausia.
Estar consciente de los grandes cambios que se producen nos ayudan a cuidarnos.
Mantenerte activa en la menopausia es una de las mejores prácticas. Ejercitarse regularmente previene aumento de peso y pérdida de masa muscular.
El ejercicio reduce el riesgo de desarrollar cáncer. También beneficia el fortalecimiento de los huesos, la osteoporosis y posibles fracturas de los huesos.
Previene el desarrollo de enfermedades crónicas como: diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, y otras asociadas al estilo de vida y el sedentarismo.
El humor puede verse afectado durante la menopausia.
Treinta minutos de actividad física moderada cinco días a la semana pueden ser el antídoto natural para evitar la depresión y otros trastornos emocionales y cognitivos.
La mejor actividad física para ti es la que te haga subir la adrenalina, serotonina y endorfinas. Es decir, que mientras lo haces, y aun después, debes sentirte activa, animada, alegre y con fuerza. ¿Cuál es esa? Tu decides.
He aquí las opciones de ejercicio que tienes y sus beneficios: aeróbicos, ayuda a eliminar y mantener un peso saludable. caminar a ritmo intenso, trotar, andar en bicicleta, nadar o hacer ejercicios aeróbicos acuáticos.
Los ejercicios de fuerza regular pueden ayudarte a reducir la grasa corporal, fortalecer los músculos y quemar calorías de manera más eficiente. Puedes utilizar máquinas de pesas, pesas manuales en el gimnasio o en casa. Procura que el peso sea suficiente para cansarse después de 12 repeticiones.
El estiramiento es otra de las actividades físicas más beneficiosas para lograr mayor flexibilidad y menos dolor muscular.