La tecnología, como hemos dicho anteriormente, ha impactado todos los aspectos de la vida humana. Las formas de comunicarse, hacer negocios o trabajar, han cambiado radicalmente. La tecnología también ejerce especial influencia en la forma en que nos educamos.
Es por eso que una de las disciplinas de mayor importancia y crecimiento es la tecnología educativa.
La tecnología aplicada a la educación es la forma en que expertos aplican las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) a los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Las TIC son base fundamental de cambio y elemento disruptivo en la educación mundial. Así como la introducción de la pizarra supuso un cambio en el aula y la forma de enseñar en ella, podemos decir que las TIC transforman radicalmente la forma que enseñamos cuando las usamos de manera intensiva.
Por ejemplo, la plataforma YouTube ocupa el primer lugar en los rankings de herramientas de tecnología educativa. Dicha plataforma contiene miles de videos tutoriales en prácticamente todos los aspectos de la vida humana. Puedes encontrar videos educativos que te enseñan matemáticas, como bailar, cocinar y hasta tejer.
Es impresionante la extraordinaria oportunidad que ofrece, desde el punto de vista de estrategia pedagógica, este tipo de plataformas. Les invito a intentarlo.
Piensa en algo que te interese aprender y entra en la página de YouTube y, mediante el buscador, pon el nombre de la habilidad que quieres desarrollar.
Es muy probable que encuentres lo que buscas. Esto quiere decir que puedes escuchar y ver un video de veinte minutos, con una explicación de un experto del tema que quieres aprender, totalmente gratis.
Esto es una verdadera democratización del conocimiento y acceso abierto a la educación en el siglo XXI.
En el contexto nacional, debemos trabajar en estrategias de apropiación tecnológica que nos permitan aprovechar esta y otras herramientas que ya poseen contenidos y ayudas pedagógicas para profesores, estudiantes y técnicos educativos.
Estamos en el momento oportuno para incorporar la tecnología educativa, de manera plena, en el sistema educativo dominicano.