En el marco de la celebración en el país del evento organizado por la Acción Empresarial por la Educación (Educa) llamado APRENDO, he podido dialogar con múltiples instituciones dedicadas a la promoción de la educación técnica profesional. Todos tenemos el mismo sentir: hace falta “prestigiar” la educación técnica en nuestro país.
El sistema educativo nacional está dividido en tres “subsistemas”. Está la educación preuniversitaria, la educación superior y la educación técnica-profesional.
Es importante que sepamos que la llamada “educación técnica” no es competencia solamente del nivel técnica-profesional.
En la educación preuniversitaria existe el bachillerato técnico. Un número importante, pero no suficiente, de politécnicos y liceos técnicos en todo el país se especializan en este nivel educativo.
El otro nivel que también trabaja la formación técnica es el universitario. Según la Ley 139-01 de educación superior, ciencia y tecnología existen en nuestro país los llamados institutos técnicos de estudios superiores que titulan a sus estudiantes con un nivel técnico superior o tecnólogo.
Es importante señalar que las universidades también pueden proveer este nivel de formación.
Por último, tenemos los diferentes centros de formación vocacional que ofrecen clases de inglés, informática y mucha otras áreas profesionales.
¿Qué tienen de importante estás tres formas de formación técnica? Todas ellas crean habilidades y competencias en los individuos que permiten convertirles en entes productivos de la sociedad.
Las diversas encuestas, informes y estudios recientes confirman un hecho evidente: el mercado laboral y el aparato productivo nacional necesita más y mejores técnicos.
Pienso que es un nivel profesional que debemos “prestigiar” en nuestro país. Debemos y podemos lograrlo.