Meditaciones políticas

Meditaciones políticas

Meditaciones políticas

Rafael Molina Morillo, director de El Día

Mi condición de apolítico me coloca en la cómoda posición de poder opinar libremente sobre el acontecer nacional sin temor a ser señalado como parcial a favor de una u otra tendencia.

Algunos compañeros de labores en EL DÍA me han señalado, una que otra vez, que determinada colaboración externa muestra un exagerado acento favorable o desfavorable a la candidatura Tal o al partido Equis.

A ellos les respondo sencillamente que busquen ediciones anteriores del diario, donde, con toda seguridad, encontrarán acerbas críticas o elogios dirigidos precisamente a las mismas personas o entidades que después habrían de ser elogiadas o atacadas.

Hecha esta aclaración, me permito plantear a continuación las siguientes lucubraciones sin ánimo ni pretensiones de convencer a nadie de nada.

El caso es que antes de las intervenciones de Quirino contra Leonel, este pintaba como un seguro ganador de la Presidencia a partir del 16 de mayo de 2016.

Pero hayan sido verdaderas o mentirosas, las declaraciones de Quirino han arrojado en pocas horas un manto de dudas que convierte a Leonel en una mera probabilidad, mas ya no en una sólida seguridad.

El PLD no quiere arriesgarse a ser simplemente una probabilidad y entonces dirige su mirada a Danilo. Sin embargo, la Constitución no tiene que ver con las simpatías y se interpone como un obstáculo difícil de salvar.

Ninguno de los demás aspirantes a candidatearse por el PLD tiene fuerza, por sí solo, para ser tomado en cuenta.
No hay, pues, candidato seguro visible en el PLD.

El PRD y el PRM separados y atomizados como están, no le ganan a nadie. Y los reformistas con Antún tienen por ahora la apariencia de que se conformarán con una alianza para alcanzar algunos puestos congresuales.

Esa parece ser también la esperanza del reguero de minipartidos que completarán la boleta electoral. Guillermo Moreno, a quien las encuestas han sacado de la oscuridad en las últimas semanas, todavía está muy verde y no le será fácil encontrar aliados, porque su fuerte apego a los principios éticos que proclama le alejan de su entorno a todo aquel que huela a corrupción.

En síntesis, si me preguntan hacia dónde nos dirigimos, tengo que responder que no lo sé.



TEMAS