Boston. — La ahora inmortal carrera del dominicano Pedro Martínez, despegó a finales de los 90 en un estadio generalmente conocido por sus beneficios a la ofensiva.
De Ted Williams a Carl Yastrzemski, a Jim Rice, los Medias Rojas de Boston tienen números retirados que colocan en la fachada de jardín derecho en el Fenway Park. Los siete números que han retirado los Medias Rojas son de ex jugadores de posición.
Todo eso cambiará la noche del martes, cuando el equipo coloque el primer número de un pitcher al lado de otras leyendas de los Medias Rojas, y retire el 45 de Martínez.
El número de Martínez será retirado en una ceremonia previa al encuentro en el que Boston se mida a los Medias Blancas de Chicago.
Apenas el domingo, Martínez fue inducido al Salón de la Fama junto a Randy Johnson, John Smoltz y Craig Biggio. Ahora, será honrado en el lugar en el que su exuberante estilo y pitcheo dominante lo llevaron hacia la inmortalidad.
“Estoy tan emocionado de que se retire mi número, como de ser miembro del Salón de la Fama”, dijo Martínez al enterarse de la decisión. “Creo que es un gran honor.
No tengo palabras suficientes para agradecerle a los Medias Rojas”. Martínez ganó cinco títulos de efectividad en una era dominada por la ofensiva, sometiendo a bateadores con estadísticas de otro mundo.
Uno de sus momentos más memorables fue durante el Juego de Estrellas de 1999 precisamente en Fenway cuando abrió el encuentro y ponchó a cinco de los seis bateadores de la Liga Nacional que enfrentó, todos ellos con increíbles números a la ofensiva.
“El hecho es que fue de un nivel de elite en una era ofensiva, fue tan dominante como cualquiera que haya jugado en cualquier etapa de la historia del béisbol”. Pero sus compañeros no solo recuerdan su forma de lanzar.
El toletero dominicano David Ortiz, compañero de Martínez en el equipo de 2004 que puso fin a una sequía de 86 años sin una Serie Mundial, admite que aprendió mucho solo de estar a su lado. “
Pedro es el ser humano más increíble con el que haya estado”, dijo Ortiz. “Todo lo que me dijo me hizo convertirme en un mejor jugador y una mejor persona”.