Santo Domingo.-De niña, la doctora Mayra Melo González no daba señales que elegiría la medicina como profesión por el carácter rebelde e indómito que puso en su tarjeta de presentación infantil.
Es en la adolescencia cuando la cardióloga internista empieza a madurar, enfocar sus metas y establecer prioridades para convertirse en la excelente profesional que hoy es, pues Mayra tiene el aval de ser la primera mujer en ocupar la dirección médica de la Asociación Instituto Dominicano de Cardiología (AIDC).
Reconocida, por quienes la conocen y tratan, como una mujer de temple, de acciones correctas y serias, con dotes humanos que la diferencian de los demás.
A pesar de lo exigente de sus responsabilidades, como mujer ha sabido combinar perfectamente su pasión con el amor por sanar.
La mujer
Mayra Melo se define como una persona que siempre piensa en los demás, no le gustan las injusticias, no tolera el maltrato; y, en ocasiones, cuando le ha tocado dirimir con el personal lo hace bajo la línea de respeto, porque antes ser de médico y directora, es humana. Recuerda que, en muchas ocasiones, lloró la muerte de un paciente por el vínculo afectivo cultivado en las visitas al consultorio, como también recuerda que todos los días está ahí por vocación de servicio y para servir.
La especialista
Como cardióloga, ella define como un reto ocupar la posición de directora, no por el aspecto de género, antes ya había sido subdirectora, sino porque le ha tocado enfrentar una pandemia que ha limitado muchas de sus metas de alcance en el servicio de salud y en la ampliación de la infraestructura.
Con el corazón
“Dirigir un hospital para la clase más necesitada de nuestro país, es poner el corazón a disposición de los demás. Cada día vivo por encontrar el camino que nos ayude a comprar los equipos que necesitamos, adecuar nuevas áreas, mantener las atenciones médicas, y consolidar esta posición como directora para bien de las próximas generaciones”, nos cuenta con determinación.
Rompiendo esquemas
Al asumir la posición de directora se rompieron muchos esquemas. Agrega: ‘‘Las mujeres le tememos miedo a competir y, en mi caso, me resistía -en principio- al puesto, pero di un paso adelante y soy un ejemplo de que se puede, que es posible, solamente hay que tener entrega, dedicación y trabajar mucho”.
Paso a paso
La doctora Mayra Melo, llegó al AIDC luego de dos años de hacer medicina interna en un hospital militar, requisitos para poder formarse como cardióloga.
Así llegó a una institución basada en tres pilares, asistencia a pacientes, formación de recursos humanos para la salud e investigación.
‘‘Llegué con la convicción de hacer las cosas correctas. Soy muy vertical y mantengo buenas relaciones con los demás, basadas en el respeto.
Y aquí los resultados de mis acciones: primera mujer jefe de residentes, jefe de consulta, miembro del Comité Ejecutivo, subdirectora por 8 años y ahora directora de la Asociación Instituto Dominicano de Cardiología’’.
Mensaje
Mayra Melo aconseja a toda mujer, en especial a las cardiólogas, a trabajar en sus sueños de manera decidida, a ser transparentes, investigadoras, y mantenerse actualizadas, a no sentarse a esperar que las oportunidades lleguen, pues “no basta con tener sueños, lo importante es perseguirlos”.
Según ella, trabajar es su pasión, se define como una mujer que se ocupa poco de ella. “Me gusta más pensar en qué se necesita, me entrego por completo, quiero resolverlo todo y que los que me rodean se sientan bien”.
Muy personal
A ella le gusta la naturaleza y disfrutar del aire puro. Su mayor satisfacción es compartir con la familia. Escuchar música instrumental y romántica le da mucha paz.
Realidades
—1— Combinación
En ella vive la energía, carácter, profesionalidad y aplomo que se necesita para dirigir una entidad que, desde su nacimiento, estaba en manos de hombres.
—2—Fortaleza
Confiesa que tener más de 30 años laborando en la institución ha sido su fortaleza en este momento, pues conoce las interioridades físicas e internas.