Holanda.-Max Verstappen se subió a su auto para ordeñar los aplausos cuando el Ejército Naranja de 100,000 efectivos envolvió a su héroe nacional en un mar de su color favorito después de que ganó el Gran Premio de Holanda el domingo.

Una segunda victoria consecutiva en la pista de Zandvoort junto al mar; una cuarta victoria consecutiva por primera vez en su carrera y ya una trigésima en general; una ventaja de 109 puntos con solo siete carreras restantes. Esa ola naranja lo está llevando a un segundo título mundial consecutivo.

«Es bueno ver toda la multitud y la locura, lo aprecio mucho», dijo Verstappen. “Este fue un fin de semana muy especial para mí. Ha sido increíble”.

Ahora parece una cuestión de cuándo, en lugar de si, el piloto de Red Bull sella el título y si puede batir el récord de F1 de Sebastian Vettel de 13 victorias en una temporada desde 2013, también logrado con Red Bull. Verstappen ha ganado 10 carreras esta temporada hasta ahora.

El siete veces campeón de F1, Lewis Hamilton, nunca ha ganado más de 11 en una sola campaña.
Verstappen hizo un trabajo rápido al reiniciar el auto de seguridad esta vez para adelantar a Hamilton.

Su décima victoria igualó su cuenta del año pasado cuando sus retadores, Charles Leclerc de Ferrari y su compañero de equipo Sergio Pérez en segundo lugar conjunto, cayeron más atrás en la clasificación.

Su victoria fue aún más especial debido a un problema con la caja de cambios en la primera sesión de práctica del viernes.
George Russell terminó segundo para Mercedes por delante de Leclerc, con Hamilton cayendo del primero al cuarto.

Descontento

— Mercedes
Un Hamilton enojado se desquitó con su equipo, usando una palabrota en la radio para decirles que no estaba contento por no cambiar neumáticos nuevos bajo el auto de seguridad, cuando Russell sí lo había hecho.