Maullidos

Maullidos

Maullidos

José Báez Guerrero

La plaza pública de la opinión que son las redes sociales resalta algo que siempre existió: la opinión del idiota del pueblo o la estupidez de muchos que no podían amplificar su propio desvalimiento.

Es sabido cuán efímera es cualquier gloria, desde antes de Bizancio, pero pocas veces es tan dramática la fugacidad como cuando la perpetra su dueño.

Por ejemplo, Elon Musk, cuya excentricidad adinerada le permitió matar al pajarito de Twitter, cambió ese ícono estimado por una X, incógnita cada vez menos atractiva.

Ha degenerado, como coliseo con exceso de troles, bots, incordios y narcisistas. Quizás en ningún otro ambiente haya más incordios intolerantes que en las redes sociales al opinar sobre política.

El juicio o valoración que se forma una persona respecto de algo o de alguien, o sea la opinión, muchas veces depende de tantas variables, perspectivas o emociones, que muy pocas resultan estáticas o inmutables.

Además, ¿qué cojollo debe molestar a otro algo tan inocuo como una opinión? La opinión pública, el conjunto de apreciaciones compartido por la ciudadanía, varía grandemente como demuestran las elecciones o plebiscitos. Aferrarse a yerros es más peligroso que aceptar nuevas perspectivas.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

Noticias Relacionadas