Washington.-El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó ayer la “masacre horrible” cometida en una discoteca gay de Orlando (Florida), que provocó al menos 50 muertos y 53 heridos y se convirtió en el tiroteo masivo “más letal” de la historia del país.

En tanto, el gobernador de Florida, Rick Scott, afirmó ayer que la matanza de medio centenar de personas en una discoteca gay de Orlando (centro del estado) fue claramente un “acto de terror” y declaró en emergencia el condado de Orange, en el que está enclavada esa ciudad famosa por sus parques de atracciones.

Scott llegó a Orlando horas después de la matanza que ha conmocionado a Estados Unidos , que fue perpetrada en medio de una Noche Latina en la discoteca Pulse, frecuentada por miembros de la comunidad de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. “No se puede imaginar que algo así ocurra en nuestra comunidad, nuestro estado o en cualquier otra parte de nuestro país”, dijo Scott en una conferencia de prensa.

El gobernador, del Partido Republicano, señaló que por el número de vidas perdidas y por las muchas personas que resultaron heridas -50 y 53 según las últimas cifras oficiales-, lo ocurrido es “claramente un acto de terror”.

Estado de emergencia

La declaración del estado de emergencia en Orlando permitirá agilizar los recursos necesarios para ayudar a las víctimas, sus familias y todos los impactados por esta tragedia, dijo Scott.

El gobernador señaló que se está trabajando en coordinación con todas las agencias federales para dar respuestas a las familias de las víctimas.

El autor de los disparos en la discoteca ha sido identificado como Omar Mateen, un joven estadounidense de origen afgano, quien, según su propio padre, Mir Seddique, quedó espantado cuando hace unos meses vio a dos hombres besándose en Miami.

El padre de Mateen, quien murió en un enfrentamiento con la Policía, que entró al local para liberar a los rehenes que él había tomado después de disparar a diestro y siniestro, hizo hincapié en que lo ocurrido “no tiene nada que ver con la religión” y pidió perdón por lo que hizo su hijo en unas declaraciones a NBC News.

Los canales de televisión han publicado una foto de Mateen en la que se le ve tocado como musulmán.