Sigo recibiendo respuestas a las que yo creía que eran preguntas sin respuesta. Ya sabemos que la gallina fue primero y el huevo vino después.
En cuanto a las demás interrogantes, también han merecido contestación, más de las que podían haberse esperado, las que no puedo compartir por razones de espacio.
Vayan menciones especiales a las respuestas teológicas, por una parte, y científicas, por la otra, que también llegaron a mis manos, muy convincentes ambas, aunque no definitivas, en cuanto a por dónde le entra el agua al coco.
La pregunta más difícil, ¿cuándo se resolverán los problemas del transporte y el servicio eléctrico en Santo Domingo?, provocó igualmente una respuesta parcial: según el señor José Mendoza Javier “mientras el Estado y los que ejercen el control de este no tomen la decisión de hacer respetar las leyes vigentes para tales fines, mientras los presidentes, senadores, diputados, alcaldes, regidores, etc. lleguen a sus puestos con la complicidad de los dueños de compañías, confederaciones, federaciones, sindicatos y demás monopolios del área; mientras a nosotros los ciudadanos no se nos pongan multas por violación a las leyes …”, mientras nada de eso ocurra, agrego yo, seguiremos a oscuras y sumidos en el caos del transporte.