El historiador José Chez Checo vuelve a presidir la prestigiosa Academia Dominicana de la Historia y me alegra felicitarle por este reiterado reconocimiento de sus pares.
Distinto y mejor que escritores que nos hemos ocupado sobre la historia, Chez Checo es cabalmente historiador avalado por su obra y un doctorado.
Los periodistas no somos historiadores, arguyen algunos que pretenden un monopolio sobre un oficio que no requiere más licencias que el reconocimiento del público lector. Si no, pregunten en el Reino Unido por Paul Johnson, en Italia por Indro Montanelli, en los Estados Unidos por Hannah Arendt, H. L. Mencken, Mike Royko o Theodore White, todos reporteros orgullosos de ser periodistas pero también autores de excelentes obras históricas.
Anteriormente presidió la Academia uno de los pocos polímatas criollos, Bernardo Vega, quien ejerce el periodismo brillantemente.
Son distinguidos académicos Miguel Guerrero y Adriano Tejeda. Sobre el estigma de ser periodista, nunca olvido cómo un veterano reportero, cuando lo saludaban diciéndole “¡periodista!”, enfurecido seriamente respondía: “¡Mire carajo, respeto! ¡Que más periodista es usted!”.