Ayer recordaba cómo Rafael Herrera solía curarse en salud ante el riesgo de una crítica muy acerba mediante sus “preguntas tontas”.
Hoy sigo cuestionando… ¿Cómo contrarrestará la oposición la ventaja enorme del PLD al contar con muchísimos votos de beneficiarios de subsidios y programas sociales? ¿El PLD, el PRM y el PRD han sopesado el efecto descorazonador de las continuas reelecciones de legisladores y regidores, que impiden el paso a nuevas generaciones?
¿Lograrán los inculpados por Odebrecht, y sus cómplices sin encartar, llegar ilesos o impunes a 2020? ¿Cómo cree el PRM que podrá ganar unas elecciones sin poseer locales, dirigentes ni activistas en muchísimos municipios fuera de la capital y Santiago? ¿Incidirá en la votación el sentimiento abrumadoramente contrario al PLD que se percibe en las redes sociales? ¿O será ese un fenómeno mediático sin consecuencias electorales?
¿Se atreverá el liderazgo empresarial, que refunfuña por lo bajo, al riesgo que implica financiar la oposición? ¿Logrará la oposición merecer ese apoyo? A la hora de la verdad, ¿habrá timbales o se plumearán?