Temprano escogí Parque del Este para debutar en la LDF (Liga Dominicana de Fútbol) y percibí más luces que sombras.
Luces: estadio lleno, público mixto, la credencial funcionó, buen orden, seguridad sensata, parqueo protegido, empleados identificados, comunicación interna, fanáticos entendidos, un juego disputado, aceptables refrigerios, jugadores atléticos, ofensiva consistente no obstante el 1-0 de Barcelona sobre Atlántico, vistosos uniformes (incluyendo árbitros y jueces).
Sombras: sin luz (Caminero tuvo que enfriar bebidas en tanques), sin agua en los baños, sin pizarras, las gradas perimetrales ausentes (contra Bauger y Cibao se espera más público), la grama debió lucir mejor, se debe mejorar estructura de prensa y sonido interno, agilizar tránsito a la salida. Todo corregible ¡ya! Fue una buena tarde, sobre todo para un regocijado Ángel Baliño.
En Santiago, mejor todavía. Se extrañó la anunciada presencia del Presidente, pero estuvo bien representado por Jaime David. Se reportaron 17 mil aficionados en todos los estadios. ¡un palo!… o mejor, ¡un golazo!