La digitalización de las instituciones financieras en la República Dominicana es un proceso imparable y dinámico. Hasta el 2023, un impresionante 75.8 % de los pagos con tarjetas vigentes se realizan en línea, evidenciando una tendencia hacia la virtualización progresiva del sector financiero y el predominio de los sistemas de pago electrónico. Además, se evidencia un incremento en la inversión de las instituciones financieras en soluciones de ciberseguridad, inteligencia artificial y datos. Aunque todavía falta mucho por hacer, la transformación digital de la banca dominicana está en marcha.
La Superintendencia de Bancos, con su tercera edición del ranking de digitalización bancaria, no sólo proporciona una métrica de progreso sino que incita a la evolución constante hacia el aprovechamiento óptimo de la tecnología. A pesar de los avances, el análisis detallado del informe sugiere que las entidades de intermediación financiera (EIF) aún tienen un largo camino por recorrer en la mejora de la calidad de servicio digital al cliente.
La inversión en transformación digital ya no es opcional para los actores del sector financiero dominicano; es una necesidad imperativa. Desde los bancos multifacéticos hasta otras EIF, es esencial optimizar la experiencia del cliente mediante la tecnología digital.
Los beneficios son múltiples: desde la mejora en la inclusión financiera y la democratización del acceso al crédito hasta la reducción de costos operacionales y la eficiencia en los procesos.
Inspirándonos en líderes de pensamiento como Brett King, quien afirma que “la banca ya no es un lugar al que vas, sino algo que haces”, debemos esforzarnos por encarnar esta filosofía, llevando la banca digital a su máximo potencial en nuestro país. Estamos en la vanguardia de este cambio transformador. Sigamos avanzando con determinación hacia una era de innovación financiera que pueda servir de modelo para la región.