Santo Domingo.-El director teatral Mario Lebrón aseguró que el teatro vive uno de sus mejores momentos en República Dominicana, fruto de la gran cantidad de jóvenes preparados que salieron de los musicales teatrales.
Precisó que a quienes escogían de los “casting” les daban talleres de vocalización, baile, danza y actuación, por lo que existe un grupo de jóvenes con estudio y capacidad que ha venido a fortalecer este arte.
“Aquí se hacen musicales de excelente calidad, de calidad universal, para solo hacer cuatro funciones, porque el público se agota. Sin embargo, esos musicales dieron un motón de artistas de calidad, de muchachos desconocidos, pero con talento y estudio que luego se destacaron.
A todos esos muchachos que elegían en los “casting” Nurín Sanlley, Amaury Sánchez, Guillermo Cordero y otros más, les daban talleres de canto, baile y de actuación, además de casi un año de ensayos para salir en el musical”, dijo Lebrón.
Una desventaja
Dijo que una de las desventajas del teatro musical es que redujo significativamente el montaje de obras, que durante ese tiempo de zafra de estos espectáculos mermó en las grandes salas del país, pero trajo consigo una nueva camada de talentos jóvenes que hoy triunfan en el teatro y otras áreas.
El dramaturgo recomendó a todo el que vaya a incursionar en el teatro prepararse primero y no creerse que el talento le cayó del cielo.
En la sala Ravelo
A partir del 6 de junio Mario Lebrón volverá a escena con la obra “La venus de la pieles”, que el público disfrutó y apoyó con su asistencia y buenas críticas en su estreno en abril.
Estará en la sala Ravelo del Teatro Nacional los días 6,7, 8, 13, 14 y 15 de junio, bajo la dirección de Mario Lebrón y la producción de Teo Terrero.
Protagonizada por Laura Lebrón y Josué Guerrero, esta obra fue honrada con las mejores críticas por parte de los asistentes y la prensa especializada.
La obra fue traducida por Eduardo Villanueva y la dirección de Arte es de José Miura.
Lo que trata
Su trama se desarrolla a partir de que Thomas Novachek, representado por Josué Guerrero, busca por medio de una audición a la actriz ideal para su obra “La Venus de las pieles”, cuando aparece Vanda Jordan (Laura Lebrón), quien llega tarde pero con actitud decidida, y vence la resistencia del director, dejándolo cautivado con su audición.
Desde ese momento los personajes de la “realidad” y la ficción se funden, se confunden y transforman de la relación entre el director y la actriz.
En esta producción el espectador tendrá la oportunidad de disfrutar de una historia inteligente y refrescante, de un ácido humor, en la que ambos protagonistas alcanzan extremos de alta pasión. Este drama transporta al espectador a un mundo de extraños sentimientos.