BRINDISI, Italia.-La marina militar italiana tomó este viernes el control de un carguero con 450 inmigrantes clandestinos, abandonado por la tripulación y sin carburante, que navegaba a la deriva cerca de las costas del sur de Italia.
Seis hombres del cuerpo italiano de guardacostas llegaron al carguero dedicado al transporte de animales en un helicóptero militar, y lograron tomar el control del buque, indicó la marina militar italiana.
A bordo van unos 450 migrantes, hombres, mujeres y niños. El buque «Ezadeen», de 73 metros de eslora y registrado en Sierra Leona, fue localizado a la deriva el jueves frente a Crotona (sur).
Las autoridades marítimas contactaron enseguida con el barco, pero nadie contestó hasta que una mujer, una de las migrantes, logró explicar la situación por radiotransmisor, explicó el capitán Filippo Marini, un portavoz de la marina italiana.
«Estamos solos, no hay nadie, ayúdenos», imploró esa mujer, según el capitán.
El carguero, abandonado por la tripulación y sin carburante, navegaba a la deriva hacia las costas italianas, donde corría el peligro de estrellarse contra las rocas, indicó la marina militar italiana.
Las autoridades italianas contactaron primero a la tripulación de un barco islandés que navegaba a proximidad del «Ezadeen» y que formaba parte de Triton, el dispositivo europeo de vigilancia del Mediterráneo, precisó Frontex, la agencia de control de las fronteras de la Unión Europea.
Los marinos islandeses tuvieron que esperar a que el carburante se agotara para subir a bordo del carguero, ya que antes iba demasiado rápido. Entonces, pudieron amarrar el barco para permitir la operación de remolque.
El buque se encontraba este viernes por la mañana a unos 37 kilómetros de Crotone. Pero por culpa del mal tiempo, debería atracar en la noche del viernes en el puerto de Corigliano Calabro, bastante más al norte pero mejor protegido, agregó esa fuente.
Según las autoridades italianas, el «Ezadeen» partió de Turquía, pero marinetraffic.com, una página web especializada en el seguimiento del tráfico marítimo asegura, por su parte, que pasó por el puerto chipriota de Famagusta tras haber abandonado el de Tartús, en Siria.
Una nueva tendencia
Dos días atrás, el mismo helicóptero que condujo a los militares al barco realizó una operación idéntica para que la guardia costera tomara el control del «Blue Sky», otro carguero abandonado por su tripulación, que tenía a cerca de 800 migrantes a bordo, procedentes de Turquía.
«Se evitó una hecatombe», celebró entonces la marina.
El «Blue Sky» llegó en la mañana del miércoles a Galípoli, en el sureste de Italia, donde las autoridades atendieron a centenares de clandestinos, en su mayoría sirios.
Italia se enfrenta en los últimos años a la creciente llegada de inmigrantes que intentan alcanzar Europa por el Mediterráneo poniendo en peligro sus vidas.
El total de llegados a Italia en 2014 supera los 160.000, esto es, una media de 450 migrantes por día, de los cuales la mitad son sirios o eritreos. La mayoría viaja a bordo de lanchas neumáticas o viejos barcos pesqueros procedentes de Libia, donde el caos posterior a la caída de Muamar Gadafi permite que los traficantes campen a sus anchas.
Pero la tendencia actual es el recurso a buques más grandes, como los dos llegados en esta semana, que permiten amontonar a centenares de personas.
También parece haber cambiado el lugar de salida, ya que la mayoría de los barcos parecen haber zarpado de Turquía.
El 20 de diciembre, los guardacostas italianos socorrieron ante las costas de Sicilia, según la prensa local, a unos 800 migrantes, en su mayoría sirios, a bordo de un carguero de 70 metros de eslora, abandonado por su tripulación que activó el piloto automático. Este navío había partido desde Turquía.
La marina italiana se ha visto muy solicitada en los últimos días. El pasado 28 de diciembre, tuvo que intervenir para rescatar a los pasajeros de un ferry incendiado, un siniestro que acabó con 13 muertos y un número indeterminado de «desaparecidos».
El ferry, el «Norman Atlantic», que viajaba de Grecia a Italia, llegó este viernes ante el puerto de Brindisi donde las autoridades marítimas y judiciales lo mantienen inmovilizado para investigar lo ocurrido. Se teme que se hallen más víctimas en el fondo del barco donde se declaró el incendio.