¿Qué más tendrá que hacer la gran Marileidy Paulino para convencer al ministro de Deportes Francisco Camacho de que ella es la mejor atleta dominicana de la actualidad y merece ser tratada como tal?
Es increíble escuchar a Marileidy quejarse una y otra vez por la falta de apoyo del Gobierno dominicano para contar con su equipo de trabajo que le ayuda a prepararse previo a cada competencia.
Luego de ganar en París el pasado viernes colgó un post, en el que volvió a sacar la amargura que le produce tener que competir sin sus más cercanos colaboradores.
Como tiene que ser, Marileidy destaca que sus logros lo consigue en base a su gran fortaleza mental. “He tenido siempre obstáculos en mi camino, como estar dos meses en un campamento preparándome para esta temporada sin un masajista y sin mi entrenador al lado, por falta de una simple visa europea; pero gracias a Dios, por darme su bendición, pero mi cuerpo y mi alma son más fuertes que todas las cosas negativas”.
Si analizamos la situación adversa que le ha correspondido vivir a Marileidy con el ministro Camacho podría pensarse que se obedece a que le hizo algo muy malo, algo que no creo.
Lo lógico debió ser que Marileidy, que fue una atleta que le cayó del cielo a esta gestión, fuese su portada. Un ministro más inteligente hubiese aprovechado cada victoria a nivel mundial de esta bendecida atleta para beneficio del Gobierno, enviando a cada competencia una comisión de alto nivel y luego de cada victoria una foto que recorriera el mundo junto a ella.
Sin embargo, sucede todo lo contrario. Cada vez que Marileidy abre la boca para quejarse lo que recibe es el repudio de Camacho, quien ha preferido enfrentarla y sacarle en cara cualquier facilidad que le haya dado, lo que es una obligación del Gobierno, por ella ser una embajadora.
Imagínense, si eso es con Marileidy, que es la mejor atleta dominicana en la actualidad, qué estará sucediendo con el resto de los atletas, excepto los de boxeo, taekwondo y MMA, que han montado más carteleras que en todas las anteriores gestiones. La realidad es que el brujo que atiende a Camacho ha realizado un gran trabajo.