SANTO DOMINGO.-En el andar por la vida se encuentran mujeres valerosas, forjadoras y emprendedoras que enfrentan a diario adversidades que utilizan como fortaleza para alcanzar metas y guiar a las familias por el camino correcto.
Estas situaciones difíciles o circunstancias de la vida obligan que muchas mujeres desempeñen trabajos que antes eran vistos sólo para hombres, convirtiéndose en el orgullo de sus hijos, familiares y allegados.
Este 8 de marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer”, fecha que se utilizará para contar historias de mujeres valerosas.
Este es el caso de la segundo teniente del Cuerpo de Bomberos, Mariely Gómez Jiménez, madre soltera, quien divide su vida entre la guía de sus hijos, una niña de 14 años y un varón de 11, dedicados a los estudios.
Gómez Jiménez ha tenido al lado a su madre, que ha sido un apoyo para realizar su labor como voluntaria de los bomberos.
Tras ser miembro voluntaria de la institución tienen la obligación de estar disponible en 24/7 a la semana y anda con su equipo para cualquier evento que se presente, sin importar la distancia, aunque reside en Ciudad Juan Bosh, en el municipio Santo Domingo Este.
Desde su vivienda se dirige a la estación del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, ubicada en el sector Los Ríos, de la Capital, a la que pertenece como voluntaria.
Mientras tenga la llama de ayudar, seguirá siendo voluntaria del Cuerpo de Bomberos, porque desde pequeña quería serlo, ya que le gusta ayudar y también participar en labores de rescate.
Al ser miembro de la Iglesia del séptimo día, aprendió algunas destrezas y estrategias, que aplicaba de manera informal desde el templo.
Cuando tuvo la oportunidad, además del trabajo y los estudios, dedicaba tiempo a la academia del Cuerpo de Bomberos. “Me formé como bombero y ya, entonces, sí puedo ayudar”.
Siniestros
Mariely indica que inició sus labores como miembro voluntaria en el organismo desde que el país fue declarado en alerta por la pandemia del Covid-19.
Refirió el día de la explosión en San Cristóbal, un incidente que al principio se vio como un evento aislado, pero todo volvió a la normalidad en poco tiempo. “Yo recuerdo, estaba en el salón de belleza arreglándome, porque era como lunes y no podía ir al trabajo desarreglada” , dice.
Luego, a medida que pasaban las horas de ese día, a través de los medios de comunicación, las redes sociales y de amigos, obtuvo más detalles sobre la explosión.
Tuvo acceso a un video y observó la magnitud de lo que sucedido. Poco después, todos los bomberos fueron convocados a acudir a las labores de rescate en San Cristóbal.
“Le dije a la estilista: ‘Detente, que tengo que trasladarme a tu pueblo que ocurrió un incidente y salí para San Cristóbal”, manifestó Gómez Jiménez, tras recordar que siempre tiene su equipo en el vehículo, por lo que no tuvo ningún inconveniente en ir a responder al llamado del deber.
“Yo sólo pensaba en las posibles víctimas, en especial en los niños. Le pedía a Dios no encontrar víctimas”, dice ahora.
En el lugar hubo una ardua y fatigada labor, ya que sólo del Distrito fueron movilizados 100 voluntarios para trabajar de manera permanente.
“Me sentí muy orgullosa cuando llegué, porque vi la integración de todos los organismos para ayudar en el rescate de personas, que algunas se encontraban atrapadas”, expresó, tras indicar que habían unidades de camiones de cisterna en el rescate.
“Me tocó acceder a una zona escabrosa, una zona que había colapsado. Había pedazos de bloques en el medio, zonas profundas, tierra y arena”, narra Gómez Jiménez. Recuerda que había una zona del desastre que ardía y se cayeron algunos escombros, pero nada pudo detener la intervención de los bomberos.
Dijo que les tocó ayudar a uno de sus compañeros que por humo se sentía mal y no paraba de vomitar, por eso fue llevado a un lugar seguro para ser examinado por paramédicos de Salud Pública.
Luego ella volvió a la zona, que estaba más contaminada por la explosión y así continuar con las labores de levantar escombros y buscar posibles víctimas.
Otras
—Participaciones
En el derrumbe de La Romana se preparó un área para trabajar y sacar a las víctimas debido a que la estructura tenía varios factores de riesgo y cualquier maniobra podía hacer que se moviera y empeorara.
Sus hijos la esperan
Afecto. “ Mami, ¿llegaste bien? Te quiero mucho”. Manifestaron con un abrazo los hijos de Mariely Gómez Jiménez, miembro del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, al llegar a su residencia en Ciudad Juan Bosch. Esto luego de participar en labores de rescate realizadas en la Romana, donde el derrumbe de una vivienda reclamó su presencia.
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