Si ha sido defensora de los derechos del pueblo por décadas en diversos escenarios, sin pedir nada a cambio y sin pasar factura, la profesora María Teresa Cabrera, en estos momentos que se presenta la oportunidad de aspirar a la defensoría del pueblo tiene un aval probado.
Este organismo de protección de los derechos de los ciudadanos plasmados en la Constitución, es una posición que sin duda alguna María Teresa, la dotaría de voluntad y respeto. Valores innatos que son propios de las características de su personalidad, que junto con una posición como esta renovará la institución y la verdadera función de este organismo descentralizado.
Su vocación de servicio ha sido puesta a prueba en el terreno de juego, en la lucha por el 4% para la educación, la defensa de Los Haitises, contra el paquetazo fiscal, Loma Miranda parque nacional, la lucha de los cañeros, contra la mafia de los combustibles, la marcha verde contra la corrupción y la impunidad, y luchas por reivindicaciones en su pueblo natal La Vega.
Es una historia de lucha comprobada, de una mujer capacitada, entregada, audaz y sin temor al temor del poder y sus hilos que todo lo mueven y lo quieren.
Ojalá y la voluntad política de senadores y diputados marquen la diferencia con una verdadera representante de los intereses ciudadanos y colectivos que su única divisa ha sido el bienestar social de un país que requiere de acciones fundamentales para salvaguardar derechos.
Esta entidad pública autónoma de rango constitucional, creada mediante la Ley No. 19-01 que crea el Defensor del Pueblo, merece contar con los requisitos jurídicos, morales, éticos y la calidad humana de la profesora María Teresa Cabrera.