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Marco Rubio inicia gira por Panamá enfocado en migración y el canal

Panamá.– El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, inicia esta semana en Panamá un viaje que lo llevará también a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, países aliados de EE.UU., con una agenda marcada por la migración, uno de los asuntos prioritarios del presidente Donald Trump, y la amenaza de “recuperar” el Canal de Panamá.

El secretario de Estado tiene previsto reunirse, en su viaje entre el 1 y el 6 de febrero, con los mandatarios de esos países para abordar, principalmente, el asunto migratorio, buscando “detener la migración ilegal y a gran escala”, según anunció este viernes el Departamento de Estado en un comunicado, después de que la semana pasada comenzaran las polémicas redadas y deportaciones contra migrantes en Estados Unidos.

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También se informó, como objetivos del viaje, que buscará “luchar contra el flagelo de las organizaciones criminales transnacionales y los narcotraficantes, (y) contrarrestar a China».

De Panamá a República Dominicana
Se espera que Rubio llegue a Panamá el sábado. Su visita se da en medio de la polémica promesa de Trump de “recuperar” el canal por la supuesta influencia china en la vía, algo que el Gobierno panameño niega, aunque analistas panameños como Rodrigo Noriega opinan que este viaje podría “bajar la tensión».

También, según expertos consultados por EFE, se espera que aborde la crisis migratoria en la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia que cruzan a diario cientos de migrantes en su camino hacia Norteamérica.

La situación en la frontera sur de Panamá ha sido atajada con duras políticas del Gobierno de José Raúl Mulino, entre ellas vuelos de devolución pagados por Estados Unidos.

En su visita a El Salvador, el país “podría pretender negociar un trato más benigno para los migrantes salvadoreños en Estados Unidos a cambio de recibir migrantes de otras nacionalidades, incluso extracontinentales”, según señaló a EFE la salvadoreña Celia Medrano, periodista y experta en temas migratorios.

Rubio también viajará a Costa Rica en una visita calificada por el presidente Rodrigo Chaves como “excelente” y que servirá para ratificar al país centroamericano como un “socio estratégico” del Gobierno norteamericano.

En Guatemala, Rubio se reunirá por su parte con el presidente Bernardo Arévalo de León y el canciller Carlos Martínez para conversar sobre los objetivos estratégicos conjuntos, como “el mantenimiento de la estabilidad democrática, fortalecimiento de la seguridad fronteriza, gestión migratoria y la profundización de los lazos de gobierno”, principalmente, según la información oficial.

Se espera que el 5 y 6 de febrero Rubio cierre en República Dominicana su gira por la región, para abordar la crisis en el vecino Haití y la migración a Estados Unidos, con unos 2 millones de dominicanos en territorio estadounidense.

Ante las denuncias por presuntos malos tratos a los migrantes al ser deportados, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país caribeño reconoce que si bien la política migratoria es un derecho soberano de los Estados, debe existir el pleno respeto de los derechos fundamentales de los dominicanos.

Ni Honduras ni Nicaragua
Rubio, sin embargo, no viajará a Nicaragua u Honduras, ambos un paso obligado para transeúntes de todo el mundo que se dirigen desde Suramérica hacia Estados Unidos, pero también emisores históricos de migrantes, al vivir en territorio estadounidense más de un millón de hondureños y nicaragüenses, entre residentes legales e indocumentados.

Debido a las masivas deportaciones anunciadas por Trump, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció esta semana un programa oficial “Hermano, vuelve a casa” que dará a los migrantes retornados un bono económico de 100 dólares, alimentación y capital semilla para poner en marcha emprendimientos por valor de 1.000 dólares.

Además advirtió que si Trump ordena una masiva deportación de hondureños, la base militar que Estados Unidos tiene en Honduras, desde hace más de 40 años, no tendría razón de existir, aunque ha anunciado su disposición “al diálogo constructivo y amistoso».

Esas deportaciones migratorias por Estados Unidos, tras llevar a cabo redadas, han elevado las tensiones entre algunos países como Colombia, que se negó a recibir a los aviones debido a que -argumentaban- los migrantes no recibían un trato “digno».

En medio de ese “impasse”, superado por ambos países, Castro había convocado una reunión “urgente” en “formato híbrido” de presidentes y jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para tratar entre otros el tema migratorio, que finalmente fue cancelada.

Respecto a Nicaragua, Rubio ha sido enfático desde que era senador contra el presidente Daniel Ortega, quien se encuentra en el poder en Nicaragua desde 2007, al señalar que tiene “las manos manchadas de sangre” y que dicho Gobierno es una “dictadura criminal que tortura a presos políticos».

El ahora secretario ha criticado la falta de oposición y solicitó en su momento a la Organización de los Estados Americanos (OEA) una investigación sobre la violencia de las protestas de 2018, que dejó 352 muertos, atribuidos a Ortega y a las fuerzas policiales.

La oposición nicaragüense aplaudió por su parte en noviembre pasado la designación de Rubio como Secretario de Estado, destacando que podría ser una pieza clave contra el Gobierno del sandinista Ortega al “conocer a los dictadores” (en referencia a su origen cubano).

“Marco Rubio conoce a los dictadores, sabe cuáles son las formas de trabajar, sabe que no son de paños tibios, sino que hay que trabajar con fuerza, mostrar fuerza para generar cambios. Así que, obviamente, los dictadores de Venezuela, Cuba y de Nicaragua, Daniel Ortega, deben de estar sumamente preocupados”, comentó, por su lado, el dirigente opositor nicaragüense desnacionalizado Juan Sebastián Chamorro.

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