Para el próximo día domingo 28 del mes en curso fue convocada una concentración frente al Palacio Nacional. Este llamado constituye un acto de arrojo y decisión por parte de sus organizadores por el gran simbolismo del espacio en que se pretende escenificar.
Creemos que tal decisión obedece a que si ciertamente la existencia del Movimiento “Marcha Verde” ha sido de preocupación para el Estado dominicano, no lo ha sido en la proporción que se esperaba, a juzgar por cómo se ha respondido en términos judicialesy políticos respecto a los encartados por el caso Odebrecht.
Esta concentración ante el Palacio al inicio del año, es una forma de manifestar el deseo y la voluntad de que se tome en cuenta de manera definitiva la lucha contra la corrupción y la impunidad. Se trata de que la demanda contra la corrupción deje de ser asumida de manera burlesca o timorata por el Estado, tal como lo desean los variados sectores que han marchado por distintas regiones, provincias y barrios del país o que han firmado el “libro verde”.
La concentración del 28 constituye un importante reto para sus organizadores, no solo por todo lo que se hará desde el gobierno para impedirla o deslucirla, sino por el contexto general, social y político, en que se propone llevarla a efecto. En una encuesta de cultura política titulada “Imaginar el futuro”, realizada y dada a la publicidad recientemente por parte de investigadores radicados en Santiago, se han establecido algunas conclusiones sobre el país, tales como que:
1) Es baja la confianza en sus actores políticos, al tiempo de resaltar la ausencia de una oposición contestataria,
2) Es baja la satisfacción con el sistema político en su conjunto,
3) Es alta la desconfianza en los partidos políticos y, 4) Es predominante la convicción de que el sistema político dominicano es mediocre y el Estado “ no resuelve”.
El panorama es adverso políticamente (salvo las energías generadas por “Marcha Verde”).
Es mucho lo que se espera de ella, como por ejemplo, que inspire unificar fuerzas y esfuerzos, que ayude a romper las estrategias de los que actúan según el principio “divide y vencerás”.
Se anhela que “Marcha Verde” sin ser un movimiento político inspire en la formulación de un programa mínimo para el momento actual, que sea referente para unir a los que son susceptibles de unirse, para la conformación de un gobierno eficaz que no sea “más de lo mismo”.