Las denominadas marcas blancas son aquellos productos, mayormente genéricos, que son vendidos en comercios y supermercados bajo etiquetas propias.
El auge de las marcas blancas representa la mejor respuesta al incremento incesante de los precios, sobre todo en los productos de primera necesidad o de consumo cotidiano.
Tan fuerte ha sido este auge en años recientes que no son pocas las cadenas de supermercados donde los productos elaborados bajo nombre propio representan hoy en día la mayoría de las ventas.
Aunque en el país son escasos los datos disponibles sobre este fenómeno de mercadeo y ventas, existen estudios que indican que, en mercados más desarrollados como por ejemplo España, las marcas blancas superan en un 50 % el total del abanico de productos ofrecidos. Inclusive, dichos estudios avalan que el consumo de marcas propias permite ahorros de hasta un 25 % del total de costo de la canasta básica de alimentos.
Esta tendencia global de cambio de patrón de consumo ha tenido su resistencia. Algo similar a lo ya ocurrido entre la clase médica y los fármacos genéricos que, si fuesen recetados más a menudo, habría un ahorro sustancial para sus pacientes. Los fabricantes resisten perder los beneficios que les representa el esfuerzo y los recursos invertidos a lo largo del tiempo en el desarrollo y pegada de sus marcas entre consumidores.
Sería muy oportuno para los negocios al detalle y los propios consumidores dominicanos contar con estudios creíbles que comparen precios entre artículos bajo nombre propio y sus pares bajo nombre comercial. Así mismo, conocer los volúmenes de ventas entre ellos, especialmente en cuanto a papel higiénico, cárnicos, quesos, jugos, arroz, granos, etc.
Algo que los fabricantes y comercios deben tener en primera línea es no variar la calidad entre un producto de marca blanca y uno de marca comercial. De ocurrir esta diferenciación, el consumidor podría verse inducido a cambiar de comercio o supermercado, lo que representaría un serio revés para el comerciante.
Las marcas blancas van adquiriendo cada día mayor popularidad entre los consumidores. Está marcada tendencia es la mejor defensa de la economía popular, algo que debemos conocer mejor y aprovechar al máximo.