Manzanillo es un oasis en la Línea Noroeste

Manzanillo es un oasis en la Línea Noroeste, pero muy pocos lo saben

Manzanillo es un oasis en la Línea Noroeste, pero muy pocos lo saben

Una perra, para la que no hay frontera, cruza desde Haití a Manzanillo en la desembocadura del río Masacre. Alanna Hidalgo

MANZANILLO, MONTECRISTI.-Por una ruta diferente de la trillada por otros municipios y regiones del país, Manzanillo conecta con las grandes inversiones, pero entre su gente todavía no aflora el optimismo y algunos entienden que no cuentan con la manera de sacar beneficios materiales para sus pobladores.

Mientras Cofresí, Río San Juan, Samaná, el extremo oriental del país, San Pedro de Macorís, Ciudad Colonial, Peravia, Barahona y Pedernales miran con entusiasmo las inversiones para el turismo, reales o potenciales, Manzanillo se ilusiona con la instalación de grandes complejos energéticos y la construcción del puerto más importante de la banda del norte y acaso del país.

Dos grandes sistemas sobre la base de gas natural y ciclo combinado, de 420 megavatios cada uno anunciados por el Gobierno en el primer cuatrimestre del año 21, dan muestras hoy día de un cierto nivel de concreción, por lo menos en el más cercano al Cruce de Copeyito, donde se deja la carretera San Fernando de Montecristi/Dajabón para dirigirse a Manzanillo.

Esta estructura, de acuerdo con el sentir generalizado del manzanillero común, emplea a técnicos calificados, de los que carece el municipio. Este punto de vista también lo encontramos en una conversación con el coordinador del Consejo Municipal de Desarrollo, Bin Bejarán, que habló de los esfuerzos realizados para la formación técnica de los jóvenes acaso mediante la conversión de liceos tradicionales en técnicos y el acercamiento del Infotep.

Manzanillo es diferente
Cuando se llega al pueblito salen a la luz algunos contrastes tal vez interesantes para un observador acostumbrado al caos de las comunidades urbanas dominicanas. Uno de ellos, la limpieza; otro, relacionado con el anterior, lo arregladitas de las casas, algunas definitivamente suntuosas; también el trazado de sus calles, con una cierta lógica en la distribución y para el movimiento en ellas y, desde luego, la inactividad, que puede llevar al visitante a preguntarse, ¿de qué vive esta gente?

Este último es un contraste formidable, porque el pueblo es bonito por lo menos en su parte central, resuma limpieza y tiene buenas casas, lo que permite atribuirle un bienestar a sus habitantes que no se corresponde con el nivel de la actividad material.

Conversaciones con algunas personas hacen pensar en el impacto social de las remesas para ese bienestar de fachada y en un ayuntamiento que hace su parte para el mantenimiento de la higiene pública.

Con una población que ronda las 4 mil personas en el municipio y un nivel de desempleo que alcanza el 35 % en la juventud, según Bin Bejarán —coordinador del Consejo Municipal de Desarrollo—, un retirado. Algunas de sus autoridades afirman con satisfacción que el delito tiende a cero.

Desde hace 20 años, según el alcalde, Ignacio Rosa, “Manzanillo no ha tenido un feminicidio”. Dio seguridades en una conversación casual de que las calles del poblado pueden ser recorridas por propios y visitantes a cualquier hora sin riesgos mayores.

Una hermosa bahía
Después de Samaná, lo más importante que ha heredado el país de los dominicanos a pesar de la codicia y el pulso colonial, es la bahía de Manzanillo, un puerto natural al que puede haber llegado alguna vez la racha de viento de un huracán, pero maltrecha a su paso por las escarpadas montañas de la cordillera Central.

Se habló una vez del interés del Gobierno chino, dispuesto a invertir en el acondicionamiento del puerto para recibir embarcaciones de gran calado, con una inversión que Bejarán sitúa en cien millones de dólares, pero según una leyenda geoestratégica, esta operación fue abortada por el celo del Gobierno de los Estados Unidos y acaso el temor de que nunca pudiéramos pagar y Manzanillo pasara a ser una conexión de la operación china del Canal de Panamá, a cuatro horas en barco.

De momento el acondicionamiento del puerto se halla entrampado en los procedimientos del Banco Interamericano de Desarrollo, que ha prestado cien millones para los mismos fines y se toma su tiempo entre estudios y licitaciones.
¿Podría ser el acondicionamiento y aprovechamiento de la bahía de Manzanillo como un punto logístico en el noroeste del país un elemento importante para convertir a Santo Domingo en punto clave de conexión con Europa y con Norteamérica en el movimiento internacional de cargas?

Con esto sueñan algunos manzanilleros y otros habitantes de la región, pero hay que ver si es bastante para cambiarle a este pueblito el perfil de comunidad propia para pensionados que se hace notable para cualquier observador que se pase dos días entre su gente.

Característica

— Habitantes
Manzanillo cuenta con 4 mil personas en el municipio y un nivel de desempleo del 35 % en la juventud. Entre algunas de sus autoridades se afirma que el nivel de los delitos se encuentra bajo control.

Cerca de ser una república bananera
Historia. La empresa agrícola United Fruit Company llegó al país en el año 1942 e inició la construcción del pueblo de Manzanillo y las plantaciones de guineo.

Es lo más cerca que ha estado Santo Domingo de convertirse en una república bananera. No lo fue porque tenía un dueño en el tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina, no contaba con una oligarquía efectiva, había otros rubros de producción, como el azúcar, el café y el cacao, y porque la Segunda Guerra Mundial apuntaló al régimen.

Desde luego, la empresa no tenía ese nombre. Llegó a Montecristi como Grenada Company y a ella se le debe el pueblo de Manzanillo, que era entonces un lugar deshabitado.

Era una comunidad a su medida, con un cerro residencial y campo de golf para el personal administrativo, un batey y la limitación de la movilidad de los obreros, que no podían entrar a la parte alta. De estos dos estamentos todavía quedan muestras en Manzanillo, pero ya no son estancos.