Madrid.- El escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya ha depositado parte del manuscrito de su novela “Insensatez” en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, como legado de su literatura nómada.
Este legado lo forman la libreta en la que escribió “Insensatez”, que comienza a partir del capítulo 10, y la primera versión pasada a limpio de dicha novela, publicada en 2004, con todas las correcciones manuscritas que hizo, incluidos el cambio de título y de epígrafe, ha informado el Instituto Cervantes en una nota de prensa.
Esta libreta es la tercera que escribió de la novela y las dos anteriores, que contienen los capítulos del 1 al 9, están perdidas porque, según dijo Castellanos, ha sido un escritor “errante, sin casa ni hogar».
El autor dejó estos dos de los escasos objetos de su trayectoria literaria, que han sobrevivido a sus múltiples cambios de residencia por diversos países, en la caja número 696 de la cámara acorazada del Instituto Cervantes en Madrid, que permanecerá cerrada bajo llave hasta dentro de cinco años, el 14 de septiembre de 2026.
Castellanos, que vive actualmente en Estados Unidos y es profesor en la Universidad de Iowa, destacó la labor “esencial” que desempeña el Instituto Cervantes para la lengua española y para los autores, sobre todo para escritores de países cuya presencia es “precaria” en la literatura internacional.
“La lengua española nos permite crecer y proyectarnos” y el Instituto Cervantes “juega un rol valor invaluable como la más sólida plataforma cultural de esta lengua”, afirmó el autor de doce novelas y varios libros de relatos y ensayos, cuya obra se ha traducida a una docena de idiomas.
Por su parte, Luis García Montero, director del Cervantes, declaró que Castellanos es un buen representante de la literatura latinoamericana, que se puede definir como “una literatura nómada».
Asimismo, destacó la capacidad literaria del autor para meditar en sus narrativas sobre las cuestiones fundamentales de la condición humana como la violencia, el sexo y el deseo.
Este acto está enmarcado en la actividad especial de esta semana en la Caja de las Letras sobre estrechar lazos con la comunidad de habla hispana y se suma a los legados de ayer, protagonizados por el nicaragüense Sergio Ramírez -en nombre de Rubén Darío- y el cubano Leonardo Padura. Y el jueves la ministra colombiana de Cultura, Angélica Mayolo, dejará otro en reconocimiento al Instituto Caro y Cuervo de su país.