Manuel Quiroz: Mi Premio Nacional de Periodismo

Manuel Quiroz: Mi Premio Nacional de Periodismo

Manuel Quiroz: Mi Premio Nacional de Periodismo

Periodista Luis García

A Manuel Quiroz le conocí en la redacción del periódico El Caribe cuando recién me egresaba de la carrera de periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), acontecimiento fortuito que marcaría, para bien, mi ejercicio profesional.

Realmente era uno de los muchos jóvenes periodistas a los que se les permitía una especie de pasantía en el referido medio de comunicación. Ningún otro de la prensa escrita daba esa oportunidad.

Los mejores cualificados eran admitidos como empleados, lo que a veces tardaba meses y años para producirse. Aquellos con mejor fortuna lo lograban en algunos meses.

Recuerdo que en el instante en que me presenté al diario, conversaban los veteranos Antonio Gil Iturbides y Tuto Mota, el primero, Jefe de Reacción, y el segundo, Director Ejecutivo. Me enviaron directamente por ante Quiroz, en vista de que requería a un periodista para trabajos especiales en su condición de Director Asociado.

En verdad me encontraba lleno de miedo, casi paralizado. No conocía a nadie, a excepción del corrector de estilo Miguel Febles, con quien venía de compartir aulas universitarias.

Corría el mes de septiembre del año 1989 cuando Quiroz me invitó a sentarme frente a él en su escritorio. Siguió escribiendo en su máquina mecánica Olympia, a velocidad del relámpago; se trató de mi primera sorpresa, ya que no había visto a nadie hacerlo de esa manera. No tardé mucho tiempo en conocer sus extraordinarias dotes de excelente periodista.

Luego de una breve conversación y una prueba de reacción, me informó que trabajaría bajo sus órdenes, pero que desde la redacción central podrían darme asignaciones, previo consentimiento suyo. Aunque fui el primero en sorprenderme, cobré el primer salario la misma quincena en que llegué en condición de practicante a El Caribe.

Además de buena persona, Quiroz representa uno de los mejores periodistas en la historia de la República Dominicana: Sólida formación intelectual, prosa periodística impecable, inteligencia y agudeza al momento del análisis de los hechos noticiosos.

Este extenso preámbulo obedece a la extrañeza que me ha causado, a propósito de que se celebra el Mes del Periodista en el país, de que, una vez más, el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), ni siquiera lo ha mencionado para una Medalla al Mérito ni en lo concerniente al Premio Nacional de Periodismo.

No creo que Quiroz esté buscando reconocimiento alguno, pero siempre se ha dicho que honrar, honra.

Hay que reconocer que en el caso del Premio Nacional de Periodismo no existe en mayores quejas, porque destacan figuras de las tallas de los extintos Francisco Comarazamy, Mario Álvarez Dugan y Rafael Molina Morillo; Osvaldo Santana, Margarita Cordero, Emilia Pereyra, Angela Peña, Miguel Franjul y Bonaparte Gautreaux Piñeyro, entre otros. Lo mismo no se puede afirmar del otorgamiento a la Medalla al Mérito Periodístico, en el que las directivas del Movimiento Marcelino Vega lo han convertido en un club de amigos.

En una ocasión el periodista, escritor, ensayista y poeta polaco, Ryszard Kapuscinski dijo que el periodismo no es una profesión para cínicos. Esto implica que todo lo que se haga en el ámbito del periodismo hay que hacerlo bien, sobre todo cuando están de por medio cuestiones éticas.

Una sociedad que no confiere reconocimiento a los que verdaderamente se destacan, no marcha por buen camino; tiene que reflexionar acerca de sus pasos. Naturalmente, siempre habrá tiempo y espacio para corregir lo que no se ha hecho correctamente.

De todas maneras, mi Premio Nacional de Periodismo es Manuel Quiroz, aunque se quede en una simple aspiración de un alumno que le admira.