Por más pulpos, corales y demás nombres marinos que el Ministerio Público asigne a su aplaudida persecución de presuntos corruptos del gobierno anterior, la verdad es que –contrario a cierta propaganda— no todo estaba podrido ni fue todo malo.
Al contrario, muchísimas virtudes, como la estabilidad y el crecimiento económico, se mantienen porque el presidente Abinader decidió continuar las mismas políticas monetarias y fiscales, adaptadas a la emergencia de la pandemia. Uno de los mayores éxitos del expresidente Medina, con ayuda de los hoy enfurruñados americanos, fue el Sistema de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1.
Al principio del presente gobierno lucía que lo dejarían languidecer, ninguneado por ser un logro danilista.
Pero ayer leí que su director ejecutivo, el general de brigada Vicente Mora, anunció que el gobierno adquirirá sesenta nuevas ambulancias y contratará otras 183 para fortalecer sus servicios de emergencia, que han salvado muchas vidas y dado invaluable asistencia.
Me alegra mucho este reconocimiento y apoyo de Luis Abinader al trabajo del general Mota y su equipo del 9-1-1.