Manny es terco y obstinado

Manny es terco y obstinado

Manny es terco y obstinado

Hugo López Morrobel

Resulta extraño que algunos atletas que han alcanzado la fama insistan en continuar activos, a pesar de que el calendario que nunca perdona indica que ya es hora de irse a casa, que no poseen las condiciones físicas ni la listeza para mantenerse en acción.
Esa insistencia de querer demostrar que todavía pueden, casi siempre, obedece a un ego que no les deja ver sus limitaciones.

Han sido muchos los atletas que después de alcanzar lo máximo en sus respectivas disciplinas, han hecho el ridículo al intentar el regreso.

Y algunos lo intentan sin tener necesidad económica, porque han sido frugales en el manejo de sus finanzas y tienen de qué vivir holgadamente junto a sus familias.
Me llama la atención la insistencia y empeño, casi enfermizo, de Manny Ramírez, quien en su prolongada estadía en Grandes Ligas alcanzó los máximos peldaños, de seguir en la búsqueda de oportunidades en ligas que no le aportarán absolutamente nada a su gloriosa carrera.

Si su posición económica es muy buena, entonces, habría que deducir que es un impenitente, terco y obstinado por estar en el deporte que le abrió las puertas a la grandeza.

El deseo de todos los que lo han seguido desde su debut el dos de septiembre de 1993 con los Indios de Cleveland, es que hoy, con 48 años cumplidos, salga por la puerta ancha militando con los Medias Azules de Sydney, en la Liga de Australia.

RADARES.-El Comité Olímpico debe dar cada cierto tiempo un informe sobre las condiciones de salubridad de los atletas que están internos en el Albergue, porque el Covid no perdona, que se introduce por las hendiduras de las puertas… En horas, los Mellizos deben estar anunciando la firma de Nelson Cruz.



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