En el presente artículo, continuamos con la serie de entregas que estamos haciendo dentro del marco de una propuesta de manifiesto digital dominicano, para que sirva de referencia a nuestros líderes políticos que aspiran a dirigir la nación y así puedan incluir los puntos esenciales que nos permitan construir una verdadera nación digital.
Nuestro país ha tenido marcos legales, en apoyo a algunos sectores productivos, que han demostrado ser motores de desarrollo.

Las políticas públicas, que fomentan un área específica de la vida productiva, deben expresarse en un conjunto de leyes, reglamentos, normativas e incentivos que ayuden a fortalecer un área estratégica de nuestra economía. Pienso que la tecnología de la información y comunicación, especialmente las tecnologías digitales, deben convertirse en prioridad nacional.

A partir de este enfoque, debemos establecer un marco normativo que cree un espacio jurídico que permita el desarrollo integral del mercado tecnológico dominicano.

Algunos puntos que no deben faltar en dichas acciones normativas es un ley de fomento a la industria tecnológica, con especialmente énfasis en la industria del software.

Además, una ley de promoción de las TIC que cree incentivos fiscales, sociales y procedimentales en favor del establecimiento de nuevas empresas de base tecnológica, inversión en desarrollo e innovación y apoyo a un plan nacional de capacitación en tecnología.

Nuestro país necesita declarar de alta prioridad el desarrollo del talento digital mediante un esquema de alianza de todos los sectores nacionales.

En ese mismo sentido, debe articular un espacio que ayude a conectar, entorno a metas y objetivos comunes, las diferencias agencias de gobierno que trabajan el tema tecnológico.

Todas las leyes vigentes deben actualizarse, para que puedan garantizar el ejercicio pleno de los derechos digitales de los ciudadanos.

En fin, nuestro país debe convertirse en la principal potencia tecnológica de la región y, de esa manera, elevar la calidad de vida de la gente mediante empleos dignos y emprendimiento tecnológico. ¡Podemos lograrlo!