La República Dominicana celebrará el próximo año elecciones generales. El pueblo dominicano tendrá la oportunidad de elegir a sus autoridades.
Por tanto, es un tiempo propicio para hacerles propuestas a nuestro liderazgo político. Es fundamental que en todos los programas de gobierno se contemple como eje de importancia capital, el elemento tecnológico.
Es decir, que nuestro líderes puedan sumarse a una especie de manifiesto digital que nos permita envisionar un futuro promisorio para nuestro país.
El primer pilar o eje de este manifiesto debe ser el impulso y desarrollo del talento digital dominicano. No podemos garantizar la inclusión de nuestro país en la modernidad sin la capacitación, el entrenamiento y formación de los talentos tecnológicos que puedan crear productos digitales, convertirlos en empresas de éxito y así aumentar el bienestar general del pueblo dominicano.
Para ello de deben ejecutar tres acciones fundamentales: creación de una red nacional de instituciones de capacitación tecnológica, implementación de diez centros de emprendimiento e innovación y la constitución de un fondo nacional de apoyo a los emprendedores.
La red nacional de instituciones de capacitación tecnológica debe ser una iniciativa pública y privada, que permita apoyar la creación y el fortalecimiento de organizaciones que se dedican a la capacitación en tecnología. Una de las actividades que se debe establecer es un marco de referencia que permita acreditar y asegurar la calidad de dichas organizaciones.
Los centros de emprendimento e innovación deben estar al servicio de esos talentos que se van formando. Y mediante la constitución de un fondo de capital de riesgo con capital público, financiar el desarrollo de los emprendimientos más factibles y de mayor posibilidad de éxito.
La República Dominicana debe ser una nación digital. Nuestro futuro depende ello. Aseguremos el apoyo de todos los ciudadanos que creen que la tecnología es una herramienta poderosa para el desarrollo pleno de nuestra sociedad. ¡Adelante!