Seguimos con los aportes que realizamos desde este espacio, para que los líderes políticos que aspiran a conducir los destinos de la nación cuenten con indicaciones que nos permitan convertir a la República Dominicana en una verdadera nación digital.
Ciertamente, para que podamos ser un Estado social democrático y de derecho, debemos incluir la perspectiva digital en todas nuestras acciones.
En otras palabras, los ciudadanos deben ser conscientes de cuáles son sus derechos digitales y cómo podemos ejercerlos plenamente.
Los derechos digitales son los derechos humanos vividos desde la perspectiva digital. Por ejemplo, en un mundo cada vez más digital, todos deben poder ejercer plenamente su derecho a la libertad de expresión por los diversos canales de comunicación digital, sin ningún tipo de censura o restricción.
Además, se deben establecer controles, normas y guías que permitan supervisar la manera en que las empresas y gobiernos gestionan nuestros datos personales.
A todos los dominicanos que tienen acceso a internet, se les debe respetar su privacidad y habilitarlos con conocimientos que les permitan hacer uso de las tecnologías para crecimiento individual y de la sociedad.
Uno de los derechos que debemos garantizar es el acceso universal a internet de calidad y seguro. A pesar de los avances que nuestro país ha alcanzado en las últimas décadas, no tenemos igualdad y equidad en el acceso al ciberespacio.
Hoy existen dos mundos paralelos. Por un lado, están los que viven en las grandes urbes y tienen mayor poder adquisitivo y, por el otro lado, están los más vulnerables y que viven en zonas rurales.
Para los primeros hay internet de última generación, para los segundos no existe la posibilidad de conexión de calidad y segura. Eso no puede ser. Debemos mejorarlo.
Esa es la razón por la que planteamos un plan nacional de acceso universal a Internet, donde todos los dominicanos tengan las posibilidades de ejercer plenamente sus derechos digitales. Y así podamos caminar juntos hacia una meta común: la construcción de una verdadera nación digital.