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Malnutrición en el país conlleva un costo millonario

Yamer Javier Por Yamer Javier
Malnutrición en el país conlleva un costo millonario
El sedentarismo es un factor que influyen en la obesidad.

Se estima que en los próximos años la doble carga por desnutrición, sobrepeso y obesidad, sea de más de 300 mil millones de pesos.

En 2017, la doble carga de la malnutrición en República Dominicana representó un costo alarmante de 1,961.1 millones de dólares, lo que equivale al 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

De este monto, más de 1,461 millones fueron atribuidos al sobrepeso y la obesidad, problemas que afectan a un porcentaje creciente de la población, particularmente a los niños y adolescentes.
Estos datos están contenidos en el informe número nueve del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave).

De hecho, en un conversatorio sobre “El rol de la alimentación escolar en la reducción de la malnutrición”, realizado a finales del año pasado, el viceministro de Planificación e Inversión Pública del Ministerio de Economía, Jefrey Rafael Lizardo, precisó que se estima que en los próximos años el efecto combinado de la malnutrición, o sea, la desnutrición, por un lado, y sobrepeso y obesidad, por otro, estarían rondando 2.5% del PIB (un punto porcentual menos que en 2017), lo que representa una doble carga económica, ya que se habla de más de 300 mil millones de pesos.

Frente a esta grave situación, el Ministerio de Salud Pública señala ha puesto en marcha diversas estrategias interinstitucionales para prevenir y controlar estas condiciones.

Un ejemplo destacado es la Guía de Prevención y Manejo Integral del Sobrepeso y la Obesidad en la Niñez y Adolescencia, un documento que establece acciones concretas en áreas clave como la promoción de hábitos saludables, la prevención y el tratamiento adecuado de estas enfermedades.

Además, el país ha adoptado un Plan Intersectorial para la Prevención y Control de la Obesidad, que busca fomentar la actividad física en las escuelas, fortalecer la promoción de una alimentación saludable y regular la publicidad de alimentos ultraprocesados dirigidos a menores.

En el ámbito clínico, se han establecido programas de diagnóstico temprano utilizando indicadores antropométricos y se están implementando tratamientos multidisciplinarios que combinan apoyo médico, nutricional y psicológico, con el fin de mejorar la calidad de vida de los afectados.

Más que acumulación de grasa

Lourdes Jiménez, médico nutrióloga, especialista en nutrición para epilepsia refractaria y enfermedades neurometabólicas de Hospiten Santo Domingo, informó que los grupos con mayor proclividad a padecer de obesidad son los adultos jóvenes, las mujeres y la población de bajos ingresos.

Y es que estos se encuentran afectados por factores como el sedentarismo, el entorno en que se desarrollan, costumbres familiares y la disponibilidad de opciones comestibles poco saludables que impactan positiva o negativamente en el desarrollo de la obesidad.

“Hay que destacar que la obesidad no es sólo una acumulación excesiva de grasa corporal, sino una enfermedad compleja que aumenta el riesgo de múltiples problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, y apnea del sueño, entre otras enfermedades”, precisó la doctora Jiménez.

De acuerdo con Jiménez la obesidad afecta la salud mental y la autoestima de las personas, y aumenta el riesgo a padecer de ansiedad, depresión y aislamiento social debido al estigma del peso, por lo que se requiere un abordaje integral.

Por otro lado, las autoridades también han impulsado campañas educativas orientadas a sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar un estilo de vida activo y saludable. Estas iniciativas buscan reducir la incidencia de la obesidad y prevenir sus complicaciones a largo plazo en la población infantil y adolescente del país.

La lucha contra la malnutrición en sus diversas formas es ahora una prioridad nacional, pues su impacto económico y social no solo afecta la salud, sino que también pone en riesgo el futuro de las nuevas generaciones.

Asimismo, como parte de la estrategia basada en evidencia, se han desarrollado investigaciones clave, como la Encuesta Nacional de Micronutrientes (2024) y el estudio sobre el Estado Nutricional de los Escolares (2021-2022), en colaboración con el INABIE.

Este último reveló que el 31.1% de los escolares presentaba sobrepeso u obesidad, lo que llevó a mejorar la oferta alimentaria en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), reduciendo el contenido de azúcar, sal y grasas en los menús.

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