Males entre nosotros

Males entre nosotros

Males entre nosotros

Felipe Mora

Si nos ponemos a escarbar en lo que se refiere al accionar cotidiano de la sociedad dominicana, no hay que ir muy lejos para darnos cuenta de que en muchas situaciones andamos en muletas (y cuidado, que casi se agotan).

Veamos algunos ejemplos, digamos que a velocidad galopante, y en los que tanta falta hace de que las autoridades asuman su rol que, en muchos casos, se reduce a su mínima expresión dado las carencias propias de nuestra realidad como pueblo:

En nuestra cotidianidad vemos a jóvenes que solo viven su presente, y muy poco les importa lo que haya ocurrido en el pasado. Pero además ese tipo de juventud carece o no les importa hacer pronósticos respecto a lo que para ellos tiene reservado el futuro.

Algo que sí les interesa es la eterna gozadera a la intemperie, fuera de los negocios, ocupando aceras y contenes, y en ocasiones hasta la calle. Y también hay establecimientos cuyos parroquianos ocupan no solo la calle enfrente, sino hasta una cuadra completa. En esos casos hay chercha para rato, sin importar las consecuencias.

Cada vez más y más vehículos hacen uso de las aceras y paseos peatonales, quitando con ello el libre tránsito de los ciudadanos de a pie, los vulgares peatones, que son la inmensa mayoría de la población, y a los que todo indica no hay quien se apiade de ellos.

Los “guagüeros” o choferes de guaguas, en su mayoría pertenecientes a sindicatos organizados, no respetan el derecho que tienen los ciudadanos de transitar por nuestras calles y avenidas. Y si es en carreteras y autopistas la situación es peor para peatones y conductores.

Los choferes de guaguas y “voladoras” son los amos y señores de la vía pública. Y nadie hace nada.
Lo inoperante que es la inmensa mayoría de los destacamentos policiales, que cuando un ciudadano va a querellarse por algo casi siempre le ponen todas las trabas habidas y por haber.

Agrego al final las ausencias en las escuelas por cualquier motivo intrascendente, incluso porque hubo un jueves feriado, miles de manera automática hacen “puente” hasta el lunes, sin calcular las consecuencias. Por cuestión de espacio aquí concluyo.



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