Tirarse “a la calle al medio” en campaña proselitista puede que sea un error de mi amigo Leonel Fernández. Faltan poco menos de dos años para las elecciones; su re-creciente popularidad puede afectarse grandemente al verse quiénes le acompañan en esos recorridos.
Posiblemente no esté en riesgo el voto duro peledeísta, incluidos danilistas y otros que rechazan a Leonel aunque comoquiera lo votarían antes que por otro del PRM o grupo nuevo.
Pero la inmensa franja de nuevos votantes, jóvenes urbanos y del interior interconectados vía la web, difícilmente encuentren atractivo a un candidato que prefiere rodearse de exfuncionarios señalados o juzgados por corrupción.
Tampoco creo que el “establishment” económico esté feliz ni conforme con la presente compañía del expresidente.
¿Qué hacer entonces? Él sabrá, pues es brillante y suertudo. Pero pretender volver a un cuarto período para que regrese al poder un grupito de logreros impopulares es cargar la carreta con lastre. Balaguer supo reinventarse magistralmente. ¿Podrá o querrá Leonel aprovechar esa valiosa lección política? Solo él sabrá…