RAMALA, Cisjordania.— El presidente palestino Mahmud Abás contactó el jueves a Israel y dijo que se opone a los ataques prácticamente diarios de los palestinos contra israelíes, al tiempo que insinuó que la violencia llegaría a su fin si se reanudan los difuntos diálogos por la paz.
Durante una entrevista en el programa “Uvda” del canal televisivo israelí 2TV, Abás declaró que Israel lo ha acusado de no condenar la ola de ataques palestinos en contra de civiles y fuerzas de seguridad israelíes, que comenzó a mediados de septiembre.
Los ataques, en su mayoría apuñalamientos pero también algunos tiroteos y embestidas de automóviles, han dejado 28 israelíes y dos estadounidenses muertos. En ese mismo lapso, han fallecido al menos 188 palestinos a manos israelíes.
Israel asegura que la mayoría eran atacantes, y el resto murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del estado judío.
Abás dijo que la violencia se deriva de la “falta de esperanza y falta de confianza” en el compromiso del primer ministro Benjamin Netanyahu a una solución al conflicto que implique la convivencia de dos estados.
El mandatario de los palestinos también señaló que, si se reanudan las negociaciones de paz, ello le “daría esperanza a mi pueblo y nadie se atrevería a apuñalar ni a dispararle a nadie”.
Estados Unidos fue mediador en las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos que se vinieron abajo en 2014.
Durante la entrevista, Abás le pidió a Netanyahu que se reúna con él “en cualquier momento”. “Quiero ver la paz mientras esté vivo”, subrayó.
Respecto a la situación actual, dijo que la cooperación de seguridad entre el ejército israelí y las fuerzas de seguridad palestinas continúa y que de no ser por dichas fuerzas, la violencia sería mucho peor actualmente.
Añadió que las fuerzas de seguridad palestinas han realizado operativos en las escuelas y han confiscado cuchillos a los estudiantes, pidiéndoles que no realicen ataques.
Previamente el jueves, la milicia israelí demolió la casa de un palestino que apuñaló de muerte a un civil israelí en la ciudad cisjordana de Hebrón a finales del año pasado.
El palestino, Ehab Maswada, apuñaló al israelí Gennady Kaufman afuera de un lugar sagrado para judíos y musulmanes.
Maswada fue abatido a tiros por agentes de seguridad en el lugar. Israel asegura que las demoliciones son una herramienta efectiva para disuadir los atentados, pero los críticos de la medida señalan que dicha táctica equivale a un castigo colectivo.
Israel culpa de los ataques a la incitación de los líderes palestinos, amplificada en redes sociales.
Los palestinos responden que la violencia, perpetrada a menudo por adolescentes en aparentes misiones suicidas, se deriva de la frustración luego de casi cinco décadas de ocupación militar israelí.