¿Mafia en el boxeo?

Uno siente vergüenza ajena cuando ve que a los dominicanos nos tienen como mafiosos y corruptos en muchas partes del mundo…

Y la vergüenza es, porque en la mayoría de los casos no podemos decir ni “pío” ni demandar a los acusadores, porque lamentablemente es verdad…

Sentimos vergüenza ajena cuando vemos peloteros dando positivo a sabiendas de que los esteroides están prohibidos, cuando los vemos firmando con actas de nacimiento falsas…

Sentimos vergüenza ajena cuando vemos que “na e’ na” para muchos y hasta cuando vemos a un atleta multimillonario tratando de engañar a un ex empleado y terminó robándole dos mil “dolaritos”, como que piensa que nunca le verá la cara a Dios….

Y sentimos vergüenza ajena con la denuncia de la OMB de que en el boxeo dominicano hay “una mafia”…

Una crónica publicada ayer por el enllave Yoel Adames me recordó que llevo tiempo diciéndole a mi hermano Wilfredo que no entiendo cómo es posible que celebren carteleras con “títulos mundiales” en juego, dizque gratis y en los barrios más marginados de la capital…

Y me he ido más lejos, ya que le señalé el nombre de un empresario boxístico del que le dije “¡ese va a terminar preso, porque o está lavando o está mafiando!”…

¡No se vayan, que les seguiremos informando!.. ¡Llegó UBER!… Oremos para que nuestros transportistas no lo digan y lo viren al revés: ¡REBU!… ¿Recuerdan que les dije que “Peñita” iba a revolucionar a las Águilas? El lunes llegó al estadio Cibao y de una vez les tiró un perro al terreno a los Toros. ¡Zafa!…

Izquierda de Ramón Cuello, derecha de Andrés Van der Horst, izquierda y derecha, fuerte intercambio de ambos gladiadores y cae Porfirio de Jesús…