Maestros eficaces

El éxito estudiantil está incidido por las capacidades de sus maestros. También llamados maestros eficaces porque logran estimular a sus discípulos a aprender materias que muchas veces resultan difíciles y hasta aburridos como las Matemáticas, Química o Física.

Lo primero que usualmente hacen estos maestros es organizar guías de trabajo, las cuales entregan a sus estudiantes para que sean co-responsables de estar orientados y al día con sus asignaciones.

Los maestros eficaces también utilizan como herramientas los estilos de aprendizaje (visual, auditivo y kinestésico). La vocación de enseñanza también está reflejada en su apertura a los foros creados con las preguntas de los estudiantes en el aula, en horas de oficina, o en correo electrónico.

Sin importar la edad de los estudiantes procuran mantener un ambiente de honestidad y confianza; lo cual dejan evidenciado cuando hacen observaciones a las asignaciones, y en sus recomendaciones para mejorar, pero además expresan un interés real para desarrollar habilidades en cada estudiante.

Por otra parte, esos instructores son empáticos en su trato con los estudiantes y sin importar la clase social de los aprendices los tratan de una manera constructiva y respetuosa.

En mi vida estudiantil recuerdo tres maestros que incidieron enormemente mi desarrollo educativo. En tercer grado de primera, la profesora Zoila Osorio: cada día nos paraba frente al grupo a leer en voz alta mientras nos corregía.

En segundo año de bachillerato, Ramón Marrero desde su clase de biología procuró enseñarnos valores para la vida diaria como también lo hizo Ramón Reinoso en Cuarto de bachillerato desde su clase de Química.