Caracas.-El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió ayer que “uno por uno” irán presos todos los jueces de una corte suprema paralela nombrada por la mayoría opositora del Parlamento.

“Uno por uno, uno detrás de otro, todos van a ir presos y a todos les van a congelar los bienes, las cuentas y todo, y nadie los va a defender”, declaró el mandatario en su programa semanal en la televisora estatal VTV.

El sábado, el servicio de inteligencia arrestó en Caracas al abogado Ángel Zerpa, uno de los 33 magistrados que la Asamblea Nacional juramentó el viernes, a los que Maduro calificó de “usurpadores”.

Reacción opositora

En tanto, la coalición de opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) adelantó el sábado las acciones de desobediencia civil que desde hoy llevarán a cabo para intentar forzar al presidente a retirar su proceso Constituyente.

Además de llamar a los ciudadanos a protestar contra la ANC hoy en los centros de votación, la MUD ha convocado un paro general de 48 horas para el miércoles y el jueves, y ha pedido a venezolanos de todo el país que se desplacen el viernes a Caracas para la gran marcha contra el eventual cambio de Constitución.

De no recapacitar Maduro a estas medidas de presión, la oposición anunciará a última hora de viernes su plan de actuación para detener la votación del domingo, que según la MUD y numerosos sectores sociales del país abriría las puertas a la constitucionalización de la “dictadura” del chavismo en Venezuela.

Ante este escenario, Maduro dejó atrás las amenazas de detenciones de otros días y apeló al “honor” de los líderes opositores para que permitan votar “sin violencia” el domingo que viene.

Mientras, su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, alertaba de “impredecibles consecuencias” para quienes sigan hoy la “provocación” irresponsable de protestar en los centros electorales.

Las escuelas en que se votará están custodiadas por más de 200,000 militares, y algunos líderes de la MUD han pedido a los venezolanos que traten de convencer a los militares de que se declaren en rebeldía y no se presten a llevar adelante la elección.

Maduro enfrenta una creciente presión internacional, incluido Estados Unidos, para que desista de la Constituyente del próximo domingo.