NACIONES UNIDAS.– El presidente Nicolás Maduro anunció su arribo a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde líderes han denunciado la crisis venezolana que ha obligado a emigrar a miles de venezolanos.
«Aterrizando en Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Traigo la voz de todo mi pueblo, vengo cargado de Pasión Patria para defender la verdad.», dijo el mandatario en un mensaje divulgado la tarde del miércoles en su cuenta de Twitter.
Maduró, quien la semana pasada dijo que evaluaba las condiciones de seguridad para decidir si asistía o no, acudió por última vez a la Asamblea General en el 2015.
En un video se le observa dentro de un avión acompañado de la primera dama, Cilia Flores. El mandatario venezolano llega el mismo día en que hubo una nueva ofensiva contra su gobierno: Donald Trump se reservó el derecho a usar la fuerza para promover cambios democráticos en ese país y Canadá se sumó a una denuncia de cinco naciones latinoamericanas en contra de Maduro por supuestos crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional.
«Todas las opciones están sobre la mesa», declaró Trump al llegar a la sede de la ONU. «Todas, las fuertes y las menos fuertes y sabes lo que quiero decir con fuertes».
Trump agregó que estaría dispuesto a reunirse con Maduro si viene a la Asamblea General. «Siempre que pueda salvar vidas estaría dispuesto», dijo.
En su mensaje en Twitter, Maduro dijo que llegó a la ONU para defender a su país. Además, añadió, «vengo a recibir también la solidaridad de los gobiernos del mundo, de los pueblos».
El presidente estadounidense hizo su comentario en medio de rumores de que Maduro había decidido a último momento hablar por la noche ante la Asamblea General después de la intensa campaña en su contra que se está registrando en la ONU, que incluyó sanciones de Estados Unidos contra varios integrantes de su círculo íntimo, incluida su esposa.
Inicialmente estaba programado que hablara el canciller venezolano Jorge Arreaza, pero la agenda más reciente de la ONU lo tiene a Maduro.
Las denuncias contra el gobierno de Maduro se suceden en la ONU, donde varias naciones americanas han pedido reformas democráticas y crearon el martes un fondo de ayuda para los venezolanos que se van de su país y para las naciones que los reciben.
El canciller Arreaza ha dicho en reiteradas ocasiones que a Maduro le gustaría reunirse con Trump para hablar sobre las diferencias entre ambas naciones.
«Solo quiero que Venezuela tome la senda correcta. Que la gente esté a salvo», manifestó Trump. «Vamos a ocuparnos de Venezuela. Lo que está pasando en Venezuela es una desgracia».
Maduro «tiene que actuar con más humanidad. La gente sufre mucho en Venezuela y no hay razón para ello», sostuvo Trump.
En tanto el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó que la situación en Venezuela es catastrófica al anunciar en una conferencia de prensa que su país se unió al reclamo de cinco naciones latinoamericanas que pidieron a la Corte Penal Internacional (CPI) que inicie una investigación sobre supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.
«Hay una crisis humanitaria en un país que fue en el pasado uno de los más prósperos», señaló Trudeau, que denunció un «liderazgo fallido» en Venezuela.
«Vamos a usar todos los mecanismos que estén disponibles» para cambiar las cosas, expresó. Los cancilleres de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú enviaron el miércoles la petición al tribunal internacional.
Indicaron que el documento irá acompañado de dos informes que enumeran ejecuciones extrajudiciales, entre otras violaciones, y que existen fundamentos para considerar que 11 individuos, entre ellos Maduro, supuestamente habrían cometido crímenes de lesa humanidad.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien ya había pedido una investigación a la CPI este año, dijo en un comunicado que se está dando «un paso histórico y sin precedentes en la historia de nuestra América, generando un hito fundamental en aras de la justicia, la rendición de cuentas, la no repetición y la reparación a las víctimas de la dictadura venezolana».
El presidente de Colombia Iván Duque, principal impulsor de la iniciativa, dijo en su discurso ante la Asamblea General que «en menos de dos años (Colombia) les ha abierto las puertas a casi un millón de hermanos venezolanos… muchos de ellos niños inocentes, desprotegidos y expuestos a la tragedia del destierro».
«Estamos viviendo la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades», agregó.
«La libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores».