Preferiría escribir sobre literatura. Pero para las elecciones sólo faltan 16 días, demasiado importantes para salir huyendo.
El candidato perremeista ha visto cómo según las encuestas serias su candidatura padece constante declive.
Apenas le queda un chin más de su voto duro, un tercio del electorado. Gonzalo ha ido constante e impresionantemente subiendo. Si la tendencia sigue podría ganar en primera vuelta. La posibilidad de que Gonzalo gane así era impensable tras las elecciones municipales.
¿Qué cambió? La pandemia y las acciones de cada candidato; los incesantes ataques a la integridad e inteligencia de Gonzalo por perremeístas (¿creen los votantes son suizos con doctorados?); los vínculos escandalosos de candidatos perremeistas con el narcotráfico y sicariato; además, principalmente, la oportunidad del pueblo de ver y comparar, pese al sesgo de la clase media urbana contra Gonzalo, quién es cada cual. Ahora me preocupa el triunfalismo de Abinader.
Ha rehusado declarar que reconocerá el resultado electoral si pierde. Las dos veces que perdió hizo rabietas terribles. Ojalá esas recientes experiencias lo hayan madurado.