
SANTO DOMINGO.-Hablar de “madera sostenible”, mueve en la imaginación de muchos la creencia de que se trata de una tabla dura, preciosa, resistente a las polillas u otras características similares.
Aunque guardan relación y despierta interés por el uso universal y múltiple que se da a los maderos de los árboles cuando alcanzan la adultez para la confección de muebles, gaveteros, puertas y otros objetos que dan confort a la gente, la realidad es otra.
Máximo Aquino, director de Bosques y Manejo Forestal del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales pone en contexto la percepción errada de que ese concepto encierra sólo la calidad y tipo de especie cuando se corta un árbol para su aprovechamiento, y se entiende, además, que se crea un daño.
