SANTO DOMINGO.- La organización criminal Macro Maffia, dos de cuyos miembros fueron apresados hoy en el Distrito Nacional por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la Procuraduría General de la República, puso en jaque a la familia real holandesa tras amenazar con secuestrar a la princesa Amalia de Orange, heredera al trono y al primer ministro Mark Rutte.
En octubre del pasado año, los reyes de Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, informaron que su primogénita, la princesa Amalia, no podía salir de casa por esas amenazas y que, de hecho, ya no vivía en Ámsterdam sino en la residencia familiar en el palacio Huis ten Bosch.
En esa ocasión, medios internacionales informaban de que la heredera sólo salía para ir a la universidad, en Ámsterdam, donde cursa el primer año de carrera.
Esto luego de que el nombre de la princesa y el primer ministro holandés, Mark Rutte, habían aparecido en mensajes de grupos del crimen organizado interceptados por la policía.
Ambos fueron puestos bajo seguridad reforzada porque las fuerzas de seguridad han detectado indicios de que líderes de la mafia tenían como objetivo a la princesa y al jefe del gobierno para un posible secuestro o ataque.
Las autoridades dominicanas apresaron el pasado fin de semana al extraditable Dennis Goedee, miembro de Macro Maffia, quien se encontraba en libertad condicional por narcotráfico y lavado de activos, luego de que en 2015 fuera detenido con 19 paquetes de cocaína en Arroyo Hondo, donde además se le ocupó varios vehículos de lujo, incluyendo un Lamborghini.
Otro de los miembros de dicha red apresado en el país fue el extraditable Terence Angelo Richard de Vries.
De acuerdo a las autoridades holandesas, la denominada Macro Maffia está asentada en Países Bajos y Bélgica desde mediados de los años 80, teniendo origen en grupos de Marruecos.
La organización controla la ciudad de Róterdam, uno de los puertos más importantes de Europa. Desde allí traficaban con todo tipo de drogas. Tenían conexiones con mafias del norte de África, para el tráfico de hachís y otros derivados.
A principio del 2000, la Macro maffia estableció contactos con los cárteles sudamericanos de la droga y se pusieron de acuerdo para el tráfico de cocaína hacia el norte de Europa.