Los ángeles.– La realidad es que parece un poco temprano en el calendario para que los Padres se acerquen a un punto de inflexión en su temporada. Pero eso es lo que pasa cuando te colocas en un hueco como el que ellos mismos están cavando actualmente.
Tras la derrota contra los Dodgers 4-0 el domingo que selló la barrida sufrida por San Diego, los Frailes han perdido cinco juegos seguidos y siete de ocho en total, cinco de ellos ante Los Ángeles. Con más de una cuarta parte de la campaña ya en el retrovisor, los Padres tienen marca de 19-22, terceros en la División Oeste de la Liga Nacional y a siete encuentros por detrás de L. A. en la tabla.
Sobra decir que los Padres no se imaginaban que el 2023 empezaría así. Tampoco es la forma en que se imaginan que continúen las cosas. “Es béisbol”, dijo el tercera base Manny Machado, cuyo OPS bajó a .654 tras irse de 3-0 el domingo. “Así son las cosas. Veremos dónde estamos al final del año y entonces volveremos a hablar”.
Por el bien de los Padres, el rumbo tiene que ser diferente. En este momento, están en camino a una marca negativa histórica en el plato con corredores en posición de anotar.
Se fueron en ese sentido de 9-0 el domingo, dejando caer su promedio de bateo en dichas circunstancias a .198.
Se trata del peor promedio con corredores en posición anotadora para un equipo desde que se llevan estos registros.
(Algunos datos en la década de los 40 y antes de eso están incompletos, pero al menos es el peor registro en 80 años). “Sí, nos estamos presionando, seguro”, dijo Machado, quien no es de los que reconocen estas cosas a la ligera.