Rafael Molina Morillo, director de El Día
Otra vez es lunes. Sé que no estoy descubriendo la pólvora, pero tengo que desahogarme exclamando a todo pulmón que el día de hoy es otro de esos odiosos períodos de 24 horas que llamamos lunes.
Dicen que lo mejor de los lunes es que solo faltan cuatro días para que sea viernes. ¡Vaya consuelo!
Aunque, viéndolo bien, somos injustos cuando satanizamos a este día, que no tiene nada diferente de los demás. Si no, haga la siguiente prueba: salga de viaje y pase cuatro o cinco días fuera del país. Mejor, una o dos semanas.
No lea noticias ni vea televisión, ni escuche la radio durante ese período. Tampoco hable mucho con dominicanos que se encuentre por allá.
Cuando regrese, ávido de información, pregúntele “¿Qué hay de nuevo por aquí?”, al primero que encuentre, y la respuesta segura que obtendrá será indefectiblemente: “Nada, todo igual”.
Y si acaso se le ocurre a usted verificarlo por sí mismo, recurra a los periódicos de la semana y constatará que se la pasaron hablando de los mismos pactos políticos, las mismas mentiras, los mismos crímenes, la misma corrupción y la misma impunidad.
¡No importa que sea lunes o cualquier otro día!
